Este viernes a la mañana el gobernador de la provincia Omar Perotti participó de la inauguración del Acueducto Desvío Arijón en Rafaela y lo calificó como un “día histórico”.

“Es un momento histórico para Rafaela”, comenzó el gobernador y siguió: “Es una necesidad que la ciudad pudo saldar hoy. La posibilidad de saber que tiene una fuente permanente de provisión de agua en cantidad y calidad, algo que la ciudad merecía porque lo pidió, lo luchó y por la que hoy podemos mirar de frente a cada rafaelino diciéndole que hemos cumplido con una obra vital para la ciudad, para la región, por lo que significa para la salud”.

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“Tenemos que aprender que cuando hablamos de salud se empieza con el agua, con los servicios sanitarios. Años y años donde no se cuidó la salud, donde a la ciudad no se le permitió crecer y desarrollarse. Sabíamos que esa agua no se podía tomar y no hacíamos nada para encarar una obra como esta”, valoró.

Con una inversión de 144 millones de dólares, Perotti destacó que se trata de predio de potabilización y distribución de Aguas Santafesinas “muy importante, muy necesario. Estamos muy satisfechos y ahora se abren condiciones enormes de desarrollo y crecimiento”.

“En estos años fue el mayor ritmo de construcción del acueducto. Buscamos financiamiento nacional, internacional y propio. Y llegamos. Es decir, se podía hacer la obra. Entonces hoy es un día para festejar. Se terminó el problema de fondo de no tener agua”, resaltó.

Asimismo, consideró que “cuando una etapa llega al final empezamos a ver todo lo que viene y nos empezamos a imaginar mejores cosas, a correr dificultades, empezamos a soñar con el loteo sin preocupaciones sobre cuándo llegará el agua”.

“Es un día importante para la ciudad y muy importante para la provincia porque la expectativa de tener agua está cada vez más cerca para muchísimos de los santafesinos. Las obras que llevan caños bajo tierra, que no se ven, no se hacen. Nosotros escapamos a eso y lo hicimos. Y es lo que estamos desplegando en toda la provincia, convencidos de lo que hay que hacer. Es lo que hay que hacer para poder cambiarle definitivamente la vida a la gente”, finalizó orgulloso.

El Acueducto

La construcción cuenta con un muelle de toma sobre el río Coronda que impulsa el agua cruda hasta la planta en Desvío Arijón, a través de un acueducto de casi 2.5 kilómetros de extensión.

La planta potabilizadora tiene en operación un módulo de tratamiento con una capacidad media diaria de producción de 50 millones de litros. También posee una estación de tratamiento de lodos para los barrios que son extraídos durante el proceso para su recuperación y cuidado del ambiente. Asimismo, esa planta dispone de una laguna de estabilización de los líquidos remanentes del proceso.

Finalmente, se dispone de otras instalaciones para talleres, almacenamiento y dosificación de de insumos químicos, sala de cloración -equipada con dispositivo de neutralización de eventuales fugas- y laboratorio de control de calidad.

Salto de calidad

La alimentación a la ciudad de Rafaela desde la planta de Desvío Arijón implicará un cambio notable en las características del agua potable de la ciudad, reduciendo niveles de salinidad y haciendo posible la incorporación al servicio en el futuro de otros sectores del ejido urbano.

En la ciudad de Rafaela el agua proveniente del acueducto se almacenará en una nueva reserva de 5 millones de litros, que se suman a la existente de 10 millones de litros.

Actualmente, Rafaela se abastece de agua potable a través de un sistema combinado: un acueducto de 60 kilómetros proveniente de Esperanza; y agua de perforaciones locales, potabilizada mediante el proceso de ósmosis inversa.

La llegada del Acueducto Desvío Arijón permite sacar de servicio la principal planta de ósmosis inversa de la ciudad, manteniendo con volúmenes reducidos el aporte del Acueducto Esperanza-Rafaela.