Por Alejandro Maidana

Este miércoles se realizó una jornada de visibilización en todos los Parques Nacionales del país, y en Bariloche en la Intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi con trabajadores afiliados y no afiliados de los tres gremios ATE, UPCN y SIGUNARA. Participaron todas las dependencias del área protegida y de la Dirección Regional Patagonia Norte, acompañando la delicada situación por el fenómeno natural ocurrido en enero de 2016, en la propiedad conocida como Lolén, en jurisdicción del Parque Nacional Lanín.

El 1° de enero de 2016 un roble pellín cayó hacia la playa del lago Lácar y aplastó a Matías Mercanti, de 7 años, y Martina Sepúlveda, de 3, mientras que causó heridas en dos adultos que estaban allí pasando Año Nuevo. Debido a esto, seis personas irán a juicio entre el 30 de octubre y el 2 noviembre responsabilizadas por una fatalidad que se cobró la vida de los dos menores. Las raquíticas conjeturas terminarían por acorralar a los trabajadores del parque que no tuvieron responsabilidad alguna en el trágico suceso que enlutó a esos arrabales del país.

El hecho se dio dentro de circunstancias naturales, en un área protegida, donde intervienen factores, en algún caso, parcialmente predecibles, en otros totalmente impredecibles”, de esta manera definiría uno de los letrados encargado de la defensa de dos de los cuatro guardaparques cuando se lo consultó por una causa que ha generado estupor en el seno de los Parques Nacionales del país.

Para los trabajadores y la defensa de los mismos, no hay duda que las causas fueron naturales, que se trató de factores climatológicos, geológicos y lacustres. Los peritajes realizados arrojaron que se trataba de un árbol añejo que se encontraba en una propiedad privada. Un dato para nada menor, tiempo antes de que las fuerzas federales iniciaran la pericia, la fiscal regional ordenó que se destruya la prueba principal, el árbol.

¿El argumento? Alegó que no se trataba de algo que aportaba un interés central en la investigación ¿Muy extraño verdad? Otra situación que llamó poderosamente la atención, es que inmediatamente después del lamentable suceso, la fiscal ordenó la detención de funcionarios públicos nacionales, algo claramente improcedente. Otro incompatible, es que en aquel momento se designó al marido de la fiscal como defensor, situación sumamente incompatible.

Al dolor innegable de las familias ¿Se le suma un aprovechamiento político por parte de un sector? Muchas son las respuestas que debe dar la justicia, ya que sin dudas ha dañado a quienes trabajan en el lugar y se rehúsan a ser utilizados para un fin deleznable que cuenta con muchas aristas de análisis. Ahora, si la justicia entendiera que un fenómeno natural es responsabilidad humana, habría que cerrar todos los parques nacionales del país ¿Será ese el fin que persiguen algunos?

La palabra de un ex guardaparque que da por tierra los argumentos que buscan incriminar a los trabajadores

El Parque Nacional Lanín tiene 412 mil hectáreas, lo que resulta utópico el control sobre todos los árboles que se encuentran en el mismo. Se trata de un área protegida que alberga peligros naturales, que pueden ir desde la caída de un árbol, caídas, picaduras y hasta incluso, el ataque (muy poco probable) de un puma. Por todo lo mencionado anteriormente, la idea de que los trabajadores del parque nacional Lanín hayan tenido responsabilidad en este triste y angustiante desenlace, no tiene asidero.

“Es un despropósito que la justicie considere que los guardaparques deban conocer el estado de cientos de millones de árboles dentro de un parque nacional. No tengo dudas que existe una clara intencionalidad política en todo esto, debe quedar en claro que, si prospera la condena a los trabajadores, se sentaría un precedente de que cualquier persona que trabaje en turismo puede ser acusada y considerada responsable de cualquier tragedia que pudiese desencadenar la manifestación de la naturaleza”, le dijo a Conclusión el ex guardaparque Alejandro Beletzky.

Son tres los sindicatos que actúan en Parques Nacionales ATE (Asociación Trabajadores del Estado), UPCN (Unión del Personal Civil de la Nación) y SIGUNARA (Sindicato de Guardaparques Nacionales de la República Argentina), todos ellos acompañan a los seis trabajadores que afrontan una causa “ridícula”, como no dudan en denominarla. “Es preciso destacar que, en 2016, año que, de la tragedia, y bajo el gobierno de Mauricio Macri, no se hizo absolutamente nada para acompañar a los guardaparques acusados de un desatino, les soltaron la mano”.

En 1992 un gajo que se desprendió repentinamente de uno de los árboles que sucumbieron debido a un derrumbe, golpeo con fiereza la cabeza de Alejandro Beletzky. “En ese momento me encontraba trabajando con una persona que habitaba el lugar cuando sucedió lo impredecible en el Camino de los Siete Lagos en Villa Traful hacia Villa la Angostura. El golpe en la nuca fue tan fuerte que me hizo desmayar, una vez recuperada la lucidez, me costaba respirar debido al shock. Quiero destacar que, si bien tuve que realizarme una serie de estudios médicos, nunca se me cruzó la idea de denunciar a Parques Nacionales, ya que entendía que se trataba de una manifestación de la naturaleza”.

Haciendo gala de su sinceridad, y su siempre precisa mirada política, Beletzky no dudó en afirmar que, si el juicio contra los trabajadores terminara en una condena, la gente ya no podrá visitar las áreas protegidas. “Qué este triste suceso haya terminado en un juicio contra quienes trabajan en el lugar, no solo es aberrante, responde claramente a un fin último ligado a lo política, hay una intencionalidad manifiesta de avanzar con la institución e intentar disciplinarla. Por ello en el día de hoy a paro en el Parque Nacional Nahuel Huapi y en muchos otros, este mamarracho judicial debe concluir con la absolución de los trabajadores”.

Comunicado de los trabajadores de Parques Nacionales

La Fiscalía Federal asume que, es responsabilidad del personal de Parques Nacionales, saber: El día, la hora y la dirección en que se podrían caer cada uno de los millones de árboles que se encuentran en los Parques Nacionales. La caída de un árbol es un fenómeno propio de la dinámica natural de un bosque, los árboles son susceptibles de ser afectados por el clima, condiciones de sequía o humedad, movimientos de suelo, hongos, insectos, entre otros tantos factores que condicionan a los seres vivos. 

No es admisible responsabilizar al personal de la APN de las múltiples eventualidades que puedan ocurrir en la visita a extensas áreas naturales como: la mordedura de una serpiente, la caída de un árbol, el ataque de un puma, la picadura de un alacrán o de un mosquito. Nos preguntamos, en caso de un fallo desfavorable, ¿Quién se animará a mantener abiertas las áreas de uso público? ¿Quién estará dispuesto a organizar actividades turísticas y recreativas en las áreas protegidas? ¿Quién querrá conducir grupos de visitantes para que puedan conocer nuestros Parques Nacionales? En definitiva ¿Quién estaría dispuesto a prestar servicios en estos espacios? 

Estas medidas no sólo afectan a los agentes de la APN, también podrían ser afectados prestadores de servicios, guías y concesionarios, siendo imputados por este tipo de hechos. En este marco anunciamos que durante el 30 y 31 de octubre y 1 y 2 de noviembre del corriente, correspondiéndose estas fechas con los días del juicio, se llevará adelante una paralización total en todo el Parque Nacional Nahuel Huapi.

Lamentamos los inconvenientes que esto pueda generar, pero también solicitamos que comprendan la trascendencia del caso ya que los hechos de la naturaleza son imprevisibles e inevitables. Una condena por parte de la justicia endilgando responsabilidad a los trabajadores de la APN afectaría a todas las actividades relacionadas con el turismo, el uso público y a todas aquellas derivadas que son fuente cultural y laboral de tantos proyectos, emprendimientos, investigaciones, y todo tipo de trabajos que se realizan en los interiores de todas las áreas protegidas de país. Por tal motivo los invitamos a sumarse en la defensa de los Parques Nacionales acompañando las diversas acciones que se van a llevar adelante.