El ex ministro de Economía Axel Kicillof aseguró hoy que la Argentina está ejerciendo una «rendición» ante los fondos buitres en el conflicto de la deuda, al criticar con dureza la negociación encarada por el Gobierno de Mauricio Macri.

Kicillof dijo que la el sector de la oposición que encabeza el kirchnerismo se propuso ser «muy constructivo» para colaborar en el desarrollo del país, pero que para decidir qué postura tomarán ante la iniciativa de derogar las leyes Cerrojo y de Pago Soberano quieren ver «los papeles, hasta ahora sólo hubo dichos».

La ley Cerrojo impide al Gobierno formular una mejor oferta que la realizada a los bonistas que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010, mientras que la de Pago Soberano habilita la cancelación de deuda en el país: el juez neoyorquino Thomas Griesa puso como condición para cerrar el litigio que ambas fueran derogadas.

«Hasta lo que vi, ha sido una capitulación, una rendición absolutamente incondicional ante los fondos buitre. Esto no es un acuerdo, acá no hubo negociación: se les está pagando lo que pedían«, cuestionó en Radio Del Plata el ex ministro, quien también había disputado con los holdouts cuando fue funcionario público.

Aclaró Kicillof que su posición es preliminar porque quiere ver las cláusulas y los «vericuetos» del contrato de pago que propone el equipo económico de Alfonso Prat Gay a los fondos NML Capital, Aurelius, Davidson Kempner and Bracebridge Capital.

El actual diputado kirchnerista sostuvo que los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner pagaron con 30.000 millones de dólares al 93 por ciento de los bonistas (con una quita del 65%) y ahora el Gobierno de Mauricio Macri emitirá 15.000 millones de dólares para sólo el 7 por ciento que no aceptó los canjes de 2005 y 2010.

«Es un número escandaloso que puede traer muchos problemas después. Eso hay que evaluarlo bien, porque se puede venir un reclamo más fuerte de los que arreglaron en los canjes anteriores», sostuvo.

Además, Kicillof dijo que tras el acuerdo con los holdouts, el Gobierno le abrirá «masivamente» la puerta al endeudamiento de la Argentina, por lo que van a venir a los grandes bancos con comisiones a buscar los bonos que se emitan y que luego irán «directo a las manos de los fondos buitre».