A diferencia del camino trazado por el Gobierno, que insiste en el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, el mundo no para de demostrar que atraviesa una etapa netamente proteccionista y que no se abrirá al ingreso de productos argentinos.

Cómo había anticipado LPO hace varios meses, finalmente la Comisión Europea emitió un primer dictamen para restablecer aranceles al biodiésel argentino, dejando a esta industria sin ningún mercado externo y con una capacidad ociosa del 100% en sus plantas más importantes.

«Esto produce un inmediato cierre del mercado, porque si bien los aranceles se aplicarían en enero, en términos prácticos ya no podes enviar ningún barco porque de acuerdo a los días de flete pueden llegar para cuando esto ya este firme», subrayó el consultor en agronegocios y ex agregado agrícola argentino ante la Unión Europea, Gustavo Idígoras.

Este dictamen que se denomina «de hechos esenciales» concluye que existen subsidios a la exportación por parte del estado y en consecuencia fijarían aranceles del 28%. La Organización Mundial de Comercio (OMC) ya había fallado a favor de la Argentina por un reclamo similar, pero Bruselas no se quedó de brazos cruzados y decidió volver a la carga contra el biodiésel local alegando que los productores tienen acceso al poroto de soja por debajo del precio de mercado.

Ahora el Gobierno argentino tiene 10 días para responder, donde presentará un descargo calificando al fallo como «arbitrario e injustificado». No obstante, en el sector no hay grandes expectativas de que se pueda revertir esta decisión teniendo en cuenta los antecedentes que muestran el poder del lobby de la agroindustria europea.

«La Comisión Europea desde el 2012 hasta ahora ha mostrado una alta receptividad al proteccionismo de su industria y una muy baja receptividad a los pedidos argentinos», indicó Idígoras.

Desde la Cámara de Biocombustibles (Carbio) prefirieron no hacer comentarios hasta que la situación este más clara, pero fuentes del sector comentaron a este medio que esperan un 2019 «trágico».

Sucede que desde comienzos de año, las exportaciones de biocombustibles dependían exclusivamente del mercado europeo, ya que Donald Trump había bloqueado las compras al imponer aranceles del 72%. Y si bien en las últimas semanas se mostró dispuesto a negociar estas trabas, el proceso lleva un mínimo de 240 días.

En consecuencia, de las 4,5 millones de toneladas de capacidad de producción, la industria solo podrá volcar un millón al mercado interno, con el agravante de que las grandes firmas exportadoras tienen prohibido realizar ventas en el ámbito local. Es por eso que ya están reclamando al Gobierno elevar al 20% el corte de biodiésel en los combustibles y liberar el ingreso al mercado interno.