La inflación oficial de la Argentina alcanzará este año «el 18 por ciento anual o como máximo el 20 por ciento», pronosticó esta mañana el ministro de Economía, Axel Kicillof.

Aclaró el ministro que la inflación nacional también dependerá de algunos factores que no controla la economía nacional, como los precios internacionales de los alimentos e insumos básicos como el petróleo.

«Muchos atribuían la inflación al gasto público y la emisión monetaria, y se han tenido que guardar el violín en la bolsa porque esa hiperinflación que anunciaban el año pasado no ocurrió y hasta la estadística más cretina tuvo que reconocer la desaceleración», dijo.

Recordó que mientras el Gobierno presupuestó en diciembre una inflación del 15 por ciento para este año todos los opositores y la prensa crítica hablaban del 40 por ciento: «Hoy esos mismos que querían hacer daño están diciendo 25 por ciento, como los diputados opositores del Congreso», dijo.

«Yo veo que hubo una desaceleración muy fuerte de los precios que tuvo que ver con factores argentinos pero también con ciertos factores internacionales porque hubo una caída de los precios de los commodities, de los alimentos, de los insumos básicos«, aseguró.

El funcionario señaló que «los empresarios que pensaban que iban a remarcar los precios ahora ven que no pueden. Y los trabajadores que pensaban que (la inflación) iba a ser una dinámica creciente, ahora (ven que) es decreciente».

En se contexto, celebró el cierre de las negociaciones paritarias de grandes gremios como la UOM, UOCRA, Suterh, Comercio y UPCN con aumentos salariales promedio del 27 por ciento, tras un diálogo controlado por el Gobierno.

Nadie le ofreció ser candidato a ser vicepresidente

En tanto, Kicillof aseguró hoy que nadie le ofreció ser candidato a vicepresidente y firmó que aún no decidió por cuál de los dos precandidatos oficialistas votará en las elecciones primarias de agosto.

Al hablar sobre la posibilidad de integrar la fórmula presidencial con alguno de los precandidatos del Frente para la Victoria, Daniel Scioli o Florencio Randazzo, Kicillof dijo que aún nadie se lo ofreció.

«La verdad es que no me han ofrecido de la forma que yo espero que se decidan las candidaturas. Yo no soy un individuo que está viendo qué es lo mejor para él. Yo formo parte de un colectivo que es La Cámpora y el Frente para la Victoria, que tiene un liderazgo muy claro como es el de la presidenta Cristina Kirchner», dijo.

El funcionario aclaró que, según su visión, «la decisión sobre un equipo de Gobierno o de una lista no es una cuestión de levantar la mano y  yo quiero «, por lo que abogó por un profundo debate político en el seno del kirchnerismo.

Al ser consultado en radio La Red sobre cuál sería su respuesta si la presidenta Cristina Kirchner le pide que sea candidato a vicepresidente de algunos de los postulantes oficialistas, Kicillof sostuvo: «La verdad es que no me pasó y me parece que no es la orientación de lo que yo estoy haciendo ahora».

«También he dicho que si los argentinos deciden que quieren seguir con el Frente para la Victoria, yo estoy dispuesto a ocupar el papel que tenga que ver con lo mejor que puedo hacer», expresó el ministro de Economía.

Consideró que esa eventual candidatura a vicepresidente fue instalada: «Hay muchas operaciones políticas hoy, quieren poner a uno en un lugar, a otro en otro. Y desdibujan lo que está pasando ahora porque al menos yo, siendo ministro de Economía, me siento con muchos desafíos hasta diciembre por lo que discutir candidaturas en mi caso, es una agenda que no es la mía».