Por Fabrizio Turturici

Argentina está experimentando un interesante proceso de transformación política. La derecha llegó al poder canalizando la bronca social y el pedido de justicia ante el consabido desgaste del Gobierno saliente. Sin embargo, la Casa Rosada parece hermetizada y no logra comprender la sensibilidad social de las medidas adoptadas.

A cuatro meses de la asunción de Mauricio Macri, a contramano de lo que sucedió hace poco tiempo, la que está captando el descontento social resulta ser la izquierda, presente en cada movilización en forma de protesta o reclamo. En este sentido, Conclusión dialogó con Rubén “Pollo” Sobrero, dirigente ferroviario y uno de los pocos gremialistas enfrentados al Gobierno; y con Christian “Chipi” Castillo, miembro fundador y dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS).

“Las primeras medidas económicas de Mauricio Macri van todas para el lado del empresariado y ninguna para el lado del trabajador. Está aplicando una política de ajuste que apunta a beneficiar al poder concentrado. Mientras tanto, a los trabajadores los está dejando arruinados”, enfatizó Sobrero.

Sobrero: «El papel de Macri con el pueblo es de un total desprecio y hasta de maltrato»

No solamente con los despidos, la inflación y la devaluación que ha sufrido la clase obrera, “sino también con la no discusión de paritarias libres. Con respecto al cambio en el impuesto a las Ganancias, ahora paga más gente que antes. Entonces, hay una clara intencionalidad de que la crisis la paguen los trabajadores”, opinó el líder de la línea Sarmiento, a la vez que agregó: “El papel de Macri con el pueblo es de un total desprecio y hasta, te diría, de maltrato”.

Al ser consultado sobre el papel de los sindicatos con el Gobierno, Sobrero, uno de los pocos que se para en la vereda de enfrente, opinó que “en Argentina, evidentemente, hay una ausencia de gremialismo”.

¿Y cuál es su rol? “Salir a la calle a movilizarnos y protestar. El pedido es que sean respetados los derechos de los trabajadores, para no terminar como en los noventa, con un 20% de desocupación y con una caída del poder adquisitivo. Ya lo vivimos esto: ‘reactivar’ la economía, achicar el Estado, atentar contra los salarios… Son todas políticas neoliberales que nos ponen en riesgo”, advirtió el gremialista.

Por último, Sobrero consideró una buena noticia la detención de Ricardo Jaime, ex ministro de Transporte: “Nosotros lo veníamos pidiendo hace mucho, desde la compra de trenes chatarra a Portugal y España. Esperemos que esto no quede solamente en Jaime, sino que avance hacia otros funcionarios, ya que hemos tenido el Gobierno más corrupto de la historia”, remató.

En consonancia, Christian Castillo, además de dirigente del PTS, sociólogo y docente universitario, analizó el clima social que vive Argentina y dijo: “Creo que empieza a haber un descontento creciente con la política de ajuste del Gobierno, entre el temor a los despidos, la inflación, los tarifazos y demás. Ellos acarrearon un malestar importante. Del otro lado, tenemos algo que cobrará impacto en las próximas horas, que son las denuncias de los Panamá Papers en las que está involucrado Mauricio Macri. Desde el Gobierno se venía haciendo un eje central en la transparencia y la lucha contra la corrupción, y esto lo que hace es mostrar un doble discurso y una gran hipocresía que molesta”, lanzó.

Asimismo, el Chipi reflexionó sobre las medidas económicas y aseveró que son “la emergencia principal, porque hay una caída del nivel de vida importante. Se habla del 15% de la pérdida del poder adquisitivo del salario. También alarman los despidos: la propia Unión Industrial Argentina (UIA) advirtió que corrían peligro 200.000 puestos de trabajo en el sector privado. Ya tuvimos aproximadamente 130.000 despidos entre públicos y privados”.

Castillo: «Este Gobierno busca beneficiar al poder concentrado y financiero»

A la pregunta de si hay similitudes con los noventa, Castillo respondió que “sí, ya que la composición del Gobierno es más bien empresaria. La política de privatizaciones no está planteada —por ahora— como una línea, pero es claro que se busca beneficiar al poder concentrado y financiero. La decisión política apuntó a descargar el ajuste sobre el pueblo trabajador, desprotegiéndolos”, disparó el dirigente del PTS.

“Yo creo que la gente no votó la vuelta a los noventa —continuó—, sino que Macri logró captar el descontento con el kirchnerismo. Además, hizo una campaña que hoy la contradice con sus acciones. Decía, entre tantas cosas, que no iba a devaluar”, asentó Castillo.

—Entonces, ¿no dijo lo que iba a hacer porque si lo hacía no lo votaba nadie? ¿O porque no lo tenía pensado y, ante la emergencia de la situación encontrada, se vio obligado?

—No lo dijo porque hizo una campaña demagógica. Lo que quedó en claro, a cuatro meses de gobierno, es que Mauricio Macri ha mostrado su verdadero rostro.

—¿Cómo califica el trato de Macri para con el pueblo?

—El presidente pertenece a una familia que es uno de los clanes empresarios que dominan el país, beneficiados por la dictadura militar, pasando a controlar más del doble de empresas. Su medio social ha sido siempre vivir de negociaciones a costa del Estado. Él mismo tuvo denuncias por evasión de impuestos y contrabando, que zafó gracias a la Corte menemista. El pueblo está en creciente malestar y preocupado, porque no se siente representado. El Gobierno tiene a favor una gran connivencia con los medios hegemónicos de comunicación, que tratan de edulcorar las medidas que está tomando.

—¿Y en qué puede terminar ese malestar?
—Posiblemente, en un incremento de las movilizaciones de protesta. Recién llegarán en una semana las facturas con altos aumentos: provocará una caída de la demanda y una situación de recesión, que significa más desempleo, suspensiones… En fin, estamos entrando en una etapa donde se verá un incremento de la protesta social.