El juez Walter Bento rechazó la excarcelación de Alejandro Vandenbroele, el presunto testaferro del vicepresidente Amado Boudou en la causa Ciccone. La medida había sido solicitada por su abogado pocas horas después de que fuera arrestado el viernes pasado en Mendoza.

Al argumentar su decisión, el magistrado, titular del Juzgado Federal N° 1 de Mendoza señaló que las circunstancias del caso permite inferir «su manifiesta negación a ser extraditado y demás circunstancias relatadas. Las que conforme han sido analizadas ‘supra’, permiten inferir que de recuperar su libertad, Vandenbroele intentará eludir el accionar de la Justicia».

Germán Soria, el abogado defensor de Vandenbroele, le había solicitado al juez Bento que su defendido sea tratado «como uno más», según contó en radio Vorterix. Además, Soria volvió a reclamar que su defendido siga el proceso en libertad, al tiempo que pidió la inhibitoria de Bento para que la extradición se tramite en Buenos Aires.

El supuesto testaferro del vicepresidente había sido llamado a declarar dos veces en Montevideo, pero en ninguna se presentó. Por eso el juez Néstor Valetti pidió su extradición en octubre pasado, pero la Cancillería argentina la impugnó por cuestiones formales. Superada esa instancia, el magistrado repitió la solicitud el último 2 de febrero y hace una semana comenzó a buscarlo en Argentina.

Vandenbroele está detenido en los calabozos de la Unidad 32, ubicada en el subsuelo de los tribunales de Mendoza. Se estima que será trasladado a la cárcel de Boulogne Sur Mer o de Cacheuta, donde suelen ser alojados los detenidos por causas federales.

La investigación a Vandenbroele en Uruguay comenzó hace casi tres años por parte de la Unidad de Información y Análisis (UIAF), que depende del Banco Central (BCU), por una transferencia sospechosa de 620 mil dólares en favor de The Old Fund -que maneja la ex Calcográfica Ciccone- a través de la firma Dusbel SA.

Hasta ese entonces, esa compañía solamente había hecho transferencias muy menores, que no habrían superado los 10 mil dólares. Por eso las autoridades orientales pusieron la lupa en el empresario.

El pedido de extradición incluía tres domicilios de Vandenbroele en la Ciudad de Buenos Aires, pero Interpol no lo encontró allí, sino en Mendoza, donde un portal de noticias local había publicado que pasaba sus días entre las visitas a su hija y un spa de la localidad de Maipú.

Hace tres días, el fiscal Alcaraz le había pedido al juez nuevas medidas probatorias para considerar antes de determinar si liberaba o no al hombre sospechado de lavado de dinero en Uruguay y procesado por la justicia argentina por su vinculación con el vicepresidente en la causa Ciccone. Por ahora, Vandenbroele seguirá detenido en una celda de la U32 de los tribunales federales de Mendoza.