Un pequeño grupo de gremialistas de la mesa chica de la CGT concurrió días atrás a un encuentro reservado con el actual jefe de Gobierno porteño y precandidato a presidente de Juntos por el Cambio, Horacio Rodríguez Larreta, donde hablaron de las principales propuestas económicas de la oposición de cara a las próximas elecciones.

En la cúpula de la central obrera había pocas intenciones de que la reunión trascienda. El propio triunviro Carlos Acuña llegó a negar en un primer momento el careo con el mandatario porteño y el máximo representante de su equipo económico, Hernán Lacunza.

«No hubo reunión de la cúpula de la CGT con Rodríguez Larreta, si no yo no estoy en la cúpula», aseveró Acuña en dialogo con El Destape Radio. A su pesar, fue rápidamente desmentido por el cegetista Andrés Rodríguez.

«Nos hemos reunido porque escuchamos a todos los dirigentes -justificó Rodríguez-, Larreta nos dijo que si llega al gobierno va a generar políticas de consenso». En esa línea, aseguró que el precandidato a presidente descartó ante ellos que esté en sus planes avanzar hacia una reforma laboral en un eventual administración del Ejecutivo nacional.

Sobre este punto, igual admitieron que Larreta planteó la idea de reformar los convenios colectivos de trabajo y cuestionó con dureza lo que califica como «la industria del juicio», en referencia a las actuaciones judiciales que se desprenden de demandas de trabajadores que ven vulnerados sus derechos. Además -siempre en términos del jefe de Gobierno- insistió en la idea de reconvertir los planes sociales en empleo.

«Tranquilos, no voy a romper el sistema», les habría dicho el precandidato a presidente a los cegetistas al momento de discutir posibles cambios en la legislación laboral. Ese fue el diccionario elegido por el referente del PRO: hablar de «actualizaciones» en las leyes y no de «reforma laboral».

Según publicó Infobae en una reconstrucción del encuentro, Larreta les adelantó que en un eventual gobierno crearía un nuevo sistema de multas judiciales por trabajo mal registrado o no registrado, medida que implicaría cambios en la Ley 24.013 de Empleo. «Apunta a un esquema de multas más ‘previsible’, que serán calculadas sobre la base de un 50% del salario mínimo y cuyo destino final será el sistema solidario de seguridad social en lugar de beneficiar más a los abogados y favorecer a la ‘industria del juicio'», afirmó el dirigente del PRO.

En la reunión estuvieron el economista Hernán Lacunza y el subsecretario de Trabajo de la ciudad de Buenos Aires, Ezequiel Jarvis, quienes acompañaron a Larreta en el careo con la delegación de la CGT, que encabezaron -según el medio citado- Héctor Daer (Sanidad), Carlos Acuña (estacioneros); Andrés Rodríguez (UPCN); Jorge Sola (Seguro) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias). Algunos lo ubican a Acuña afuera de esta reunión, pero puede tener que ver con la negativa inicial que expuso en un principio el triunviros al ser consultado por el encuentro.

Ante ellos, el jefe de Gobierno asumió el compromiso de mantener sin cambios el sistema de negociación colectiva, pero sí anticipó que impulsará acuerdos sectoriales entre sindicatos y cámaras empresariales para actualizar los contenidos.

Jarvis es el integrante del equipo de Larreta que, días atrás y junto a los asesores de la Coalición Cívica; Encuentro Republicano Federal y la UCR, conformaron los trazos generales de la propuesta laboral que pondrán sobre la mesa en la campaña y -en caso de triunfar en las elecciones- en el programa de un próximo gobierno.

El funcionario contó frente a los gremialistas que el mecanismo que piensan implementar para convertir planes sociales en empleo tiene que ver con un esquema de formación que se combine con la federalización de las «agencias de empleabilidad», que funcionarían con aportes privados que traccionarían una especie de seguro de desempleo para contener a los beneficiarios mientras son capacitados y acceden a un trabajo.

Los cegetistas presentaron total oposición ante otro punto de la propuesta laboral larretista. Los referentes gremiales no quieren reformar la legislación para que empresarios y sindicalistas puedan acordar en sus convenios sistemas indemnizatorios propios para cada actividad, una estrategia similar a la que difunde el empresario textil Teddy Karagozian: un Seguro de Garantía de Indemnización que lo cataloga como «mochila» de protección de los trabajadores si son despedidos.

La reunión entre el precandidato a presidente por el PRO y la mesa chica de la CGT no encontró al resto del sindicalismo y la dirigencia con los brazos abiertos. Uno de los líderes de Camioneros, Pablo Moyano, repudió el cónclave, mientras que varios referentes gremiales mostraron críticas a la forma en la que los asistentes quisieron pasar desapercibidos.