Los militantes de las agrupaciones afines con el gobierno se volcaron masivamente a respaldar a la
presidenta Cristina Kirchner en su primera aparición pública tras las elecciones del domingo en la Casa Rosada, donde ocuparon todos los patios de la planta baja, además de media Plaza de Mayo.

Con una nutrida presencia de jóvenes de La Cámpora, pero también de integrantes de otras agrupaciones, partidos y sindicatos afines, como Movimiento Evita, Kolina, Nuevo Encuentro, la JP, UPCN y OUCRA, la militancia kirchnerista fue la gran protagonista del acto.

Allí decoraron los patios con numerosas banderas, prendieron bengalas en la puerta de la Rosada y se hicieron oír con sus habituales cánticos a favor de la Presidenta y otro que proclamaba «Patria si, Macri, no».

En una cantidad notoriamente superior a la habitual, los jóvenes desembarcaron en Casa De Gobierno para dar su apoyo a la jefa de Estado luego del traspié electoral del domingo, con la derrota en la provincia y la ajustada diferencia de votos entre Daniel Scioli y Mauricio Macri.

Si bien el acto estaba previsto para las 18, los seguidores de Cristina Kirchner comenzaron a llegar pasado el mediodía a la sede gubernamental, aguardando en un extensa fila que daba vuelta la esquina en Balcarce y continuaba por Hipólito Yrigoyen.

La jefa de Estado arribó en auto a las 18.15, cuanto explotó la primera gran ovación de los militantes y que minutos después se repitieron cada vez que subió el tono de sus palabras durante su discurso.

Al final de su mensaje en el Salón de las Mujeres, Cristina Kirchner, como es habitual en los últimos meses, se asomó a los patios internos, micrófono en mano, a dar otros tres discursos para los militantes, a quienes convocó a «trabajar por la victoria».

Asimismo, les recalcó que el 10 de diciembre se irá a su «casa», pero advirtió que luego de que esto suceda va «a estar junto al pueblo cuando sea necesario».

Se especuló con la posibilidad de que saliera también al histórico balcón externo de Perón y Evita para saludar a quienes se encontraban en la plaza, pero finalmente declinó hacerlo.

«Hay mucha gente en la plaza, pero no me da el cuero para salir a hablar al balcón de Perón y Eva, no puedo, ese balcón tiene dueño», se excusó la mandataria.

Entre la presencia de dirigentes no se vio a hombres cercanos a Scioli, mientras que sorprendió la presencia de su hijo y recientemente electo diputado, Máximo Kirchner, quien pocas veces visitó la sede gubernamental.

Estuvieron Carlos Zannini, Amado Boudou, Aníbal Fernández, Estela de Carlotto, Carlos Kunkel, Diana Conti, Martín Sabbatella, Andrés Larroque, Miguel Ángel Pichetto, Julían Álvarez, Agustín Rossi, Carlos Tomada, Héctor Timerman, Ricardo Echegaray, Julio Alak, Sergio Berni y Héctor Recalde.

También asistieron Juan Manuel Abal Medina, Alicia Kirchner, Eduardo De Pedro, Axel Kicillof, María Cecilia Rodríguez, Julio De Vido, Lino Barañao, Jorge Ferraresi y Juan Patricio Mussi.