Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)

La Cámara Industrial de Manufacturas de Cuero y Afines (Cima) manifestó su preocupación porque lejos de atenuarse, continúa la suba de importaciones que cada día afecta a las industrias del sector. De este modo, cualquier incremento en el poder de compra de la población o programa de estímulos al consumo terminan volcándose a productos importados en desmedro de la producción local.

Según datos estadísticos del sector manufacturero, durante los ocho primeros meses de este año se produjo una suba de las importaciones del 41,5 por ciento en unidades, lo que representa poco más de 8 millones de unidades (8.021.497) adicionales que entraron con respecto al año anterior. Es decir, que en total ingresaron durante 2017 la cantidad de 27.327.506 unidades, mientras que en el mismo período del año anterior se importaron 19.306.009 unidades de productos de marroquinería.

Asimismo, el relevo de Cima confirma que continúan maniobras de subfacturación, dado que mientras aumentan las importaciones en unidades, medido en dólares los ingresos del período enero a agosto 2017 fueron un 9% menores. Es decir, u$s 7 millones menos que igual período de 2016. Esto perjudica no sólo a los productores locales, sino también al Estado que deja de percibir los impuestos correspondientes.

En diálogo con Conclusión, el presidente de Cima, Daniel Aguilar, afirmó que “el Estado tiene que actualizar los valores criterio para luchar contra estas maniobras de importadores inescrupulosos que perjudican a la industria nacional”.

«En este contexto, el gobierno nacional nos proponen ser parte de un nuevo acuerdo de comercio Unión Europea – Mercosur, en el cual el bloque europeo plantea una rebaja gradual de los aranceles a la importación. Esta medida significaría el fin de nuestra industria y las autoridades nacionales tienen que escuchar nuestra postura», sostuvo el titular de Cima.

Finalmente, advirtió Daniel Aguilar que «el sector continúa con una caída en las ventas de un promedio del 20 al 25%, con el uso de la capacidad instalada en un 65%. En este marco, la suba de importaciones ha sido letal para un sector que ya perdió más de 1.400 puestos de trabajo y el cierre de más de 50 empresas».