Por Mauricio Cantando- La Política Online

Roberto Lavagna saldrá a la caza de dirigentes radicales desencantados con Cambiemos y molestos con la incorporación de Miguel Pichetto para llegar a las primarias con chances de salir ileso, que sólo sería posible si Mauricio Macri cae en picada y una parte del electorado pueda dudar de la polarización, cada vez más presente en las encuestas.

Los focus group del Gobierno ya alertaron que Lavagna, José Luis Espert y Juan Gómez Centurión seducen a los votantes de Macri disconformes con su gestión y pueden complicarle la foto del 11 de agosto. Casualidad o no, el miércoles Pichetto le tiró flores al economista en un estudio de televisión.

Una derrota contundente del oficialismo sería un mal mensaje a los mercados, eufóricos por la incorporación del senador peronista pero atentos a las encuestas de cada día. El presidente se elije en octubre o en noviembre, pero las primarias son el sondeo más preciso que se conoce.

Según supo LPO, en estos días Lavagna saldrá a decir que tiene «los brazos abiertos a las mujeres y hombres del radicalismo», una invitación a la clase media descontenta con Macri y nostálgica de Raúl Alfonsín, muchos votantes de Macri en 2015.

Preparando ese momento, su hijo, el diputado Marco Lavagna, participó este viernes de un encuentro de radicales de más de 80 distritos de la provincia de Buenos Aires, entre ellos el diputado provincial Fernando Pérez, posible candidato en Quilmes, una amenaza para el intendente Martiniano Molina y una esperanza para la diputada de La Cámpora Mayra Mendoza.

También estuvo Mario Rodríguez, candidato a intendente de Mar del Plata, tierra difícil para Cambiemos; el ex intendente de 9 de Julio Walter Batistela, el ex diputado nacional Héctor «Cachi» Gutiérrez, el apoderado del frente Luis Menucci y César Martucci, cercano a Federico Storani y presente desde las primeras reuniones del lavagnismo, cuando Miguel Pichetto y Alfonsín se sentaban a la mesa.

Fredy y el hijo del ex presidente dieron un paso al costado en la convención, dejaron al economista más solo, aunque sus dirigentes más cercanos no descartan que haya quienes jueguen «por abajo» con Lavagna. Así le llaman a la posibilidad de prestar candidatos para aportar logística electoral, siempre costosa para los frentes electorales sin chances de triunfar.

«Lavagna no surgió como oferta sino como demanda de un sector del electorado que rechaza a Macri y a Cristina. Con las fórmulas esa demanda es menor, se fueron los referentes y perdimos candidatos a intendentes fuertes, como el rector de la Universidad de La Plata, Fernando Tauer», comentó a LPO un reconocido dirigente radical que ya no asiste a las reuniones de la oficina de consenso 2030.

La nueva pata peronista la coordinan el gobernador Juan Manuel Urtubey y Graciela Camaño, viejos amigos reencontrados el miércoles para sumarse al lavagnismo. Intentarán sumar peronistas dispersos en el Conurbano, el norte y el sur del país, zonas donde Lavagna no tendrá un recorrido fácil.

«Camaño tiene que encontrar dirigentes del Frente Renovador molestos con el kirchnerismo, como ella. Todos tienen su lugar», ofrecen cerca del economista.

La nueva pata peronista la coordinan el gobernador Juan Manuel Urtubey y Graciela Camaño, viejos amigos reencontrados el miércoles para sumarse al lavagnismo. «Camaño tiene que traer dirigentes del Frente Renovador molestos con la alianza con el kirchnerismo», afirman cerca del economista.

El gobernador retornó el jueves a Salta, donde armó un frente multipartidario para apoyar su candidatura con figuras bien disímiles como el excéntricodiputado y ex candidato a gobernador Alfredo Olmedo. Aún no pudo convencer al senador Juan Carlos Romero, a la espera de un llamado de Macri para buscar la reelección con Juntos por el Cambio.

Camaño y Margarita Stolbizer se disputan la cabeza de la lista de diputados de la provincia de Buenos Aires, el casillero más importante del frente porque sólo se requieren 3 puntos para llegar al Congreso y ni la caída más estrepitosa de Lavagna lo pronostica por debajo de esa cifra.

Ninguna quiere pelear la gobernación, donde los candidatos más firmes son el diputado Eduardo «Bali» Bucca y María Laura Leguizamón, histórica legisladora del peronismo, con 20 años entre las dos Cámaras del Congreso pero capaz de aportar un perfil «renovador» según los operadores lavagnistas.

Los próximos pasos serán esperar los candidatos ofrecidos por cada frente electoral, buscar acuerdos donde sea posible y donde no, habilitar internas. «Se va a negociar la provincia en paquete: lista de diputados y gobernación», repiten. Mientras buscan los nombres.