Desde hace un tiempo las mediciones en materia económica y de la actividad industrial, la producción y el empleo arrinconan al gobierno. No existen cifras alentadoras ni pronósticos que justifiquen, ni puedan hacer carne la vieja máxima de los cultores de las recetas neoliberales en Argentina, que susurran edulcoradamente a los oídos con la promesa que reza: «estamos mal pero vamos bien».

Un mundo de cifras que hasta ahora han servido para medir el angulo del tobogan, solo asegura generar más vértigo.

El diputado nacional de Santa Fe, Luis Contigiani, presentó un proyecto en el Congreso en el que señala que Argentina vive «dramáticas cifras de pobreza», porque «un tercio de la población es pobre», y agrega que el Indec precisó que existió en 2018 «una pérdida de 400 mil puestos de trabajo».

Contigiani, caracterizó el escenario que viven a diario los argentinos y sostiene que asistimos a «una remarcación de precios en alimentos y medicamentos, que castiga el bolsillo de millones de argentinos. Es el contexto indicado para recordar que no hay democracia sin justicia social».

El legislador también propuso «asegurar un piso mínimo de derechos económicos, sociales y laborales. Tenemos que poner la economía al servicio de las necesidades sociales básicas y del desarrollo de nuestro país».

Para luego trazar un rumbo orientado «hacia una economía de carácter social, concertada entre diferentes sectores e intereses al servicio del bien común. Es por eso que estamos proponiendo desde el Congreso de la Nación un Acuerdo Solidario Multisectorial, como salida de emergencia para la actual situación que vive la Argentina».

El santafecino apuntó a déficit institucional de época y expone que es necesario «ampliar la democracia representativa hacia una más participativa en la que la sociedad adquiera protagonismo, lo que implica ubicar a la ciudadanía dentro de las instituciones y no fuera de ellas». De allí que resulte prioritario «concretar un ámbito institucional para el consenso, que articule la totalidad de los sectores económicos, sociales y políticos que componen nuestra realidad.

La agenda de debate propuesta por Contigiani se nutre cinco proyectos presentados.

1. Acuerdo Solidario Multisectorial por precios y tarifas.

2. Creación de un Consejo Económico y Social, como ámbito para la discusión de los problemas más estratégicos del país, con participación público-privada.

3. No subir las tarifas energéticas hasta el 31 de diciembre de 2019. Y a futuro que no suban más allá del índice de variación salarial para los usuarios residenciales.

4. Declarar una Emergencia Lechera nacional, con el objetivo de ordenar (mercados transparente y cadena de valor) una de las principales cadenas de producción y alimento de los argentinos que está en grave crisis, además de la escasez de leche fresca y la suba de precios.

5. Crear un Consejo Nacional de Competitividad que tenga por objetivo el desarrollo industrial sustentable y sostenido. Para ello debemos abordar en forma estructural e integral la competitividad sistémica y la inversión en Argentina (modernización de bienes de capital, financiamiento, cadenas de valor, innovación tecnológica, infraestructura, energía, medioambiente, etc.). Es clave que la abordemos entre todos: nación, provincia, el sector público y privado, y dar saltos hacia adelante que nos coloque en el camino de ser un país desarrollado.

La necesidad de un acuerdo

El Acuerdo Solidario Multisectorial que propone -el ex ministro de la Producción de Santa Fe- evalúa que debería incluir a las provincias, los representantes de los sectores productivos y del trabajo y organizaciones de la sociedad civil para lograr un acuerdo de precios, el manejo razonable de las cuentas fiscales y promover inversiones que generen producción y empleo.

En este sentido, creemos imperiosa la convocatoria al diálogo institucional con la presencia de todos los sectores políticos y sociales, poniendo a las instituciones al servicio de lo que verdaderamente importa: el bienestar de los hombres y mujeres de nuestro país.