El candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, dio marcha atrás hoy con su promesa de levantar el cepo cambiario el 11 de diciembre si es electo este domingo y aseguró que primero ofrecerá un bono para pagar importaciones y la apertura del mercado «será gradual».

Macri dijo que levantar el cepo «supone la gradualidad de decir que no nos podemos hacer cargo el primer día de los desastres que deja este Gobierno, con lo cual creamos un instrumento para todas las importaciones pendientes, para las regalías y los dividendos empresarios», dijo.

Explicó que ese «instrumento puede ser un bono a equis años para poderlo pagar» y aseguró que con eso «lo que empieza a funcionar es un país que por suerte genera dólares porque exporta alimentos y algunas cosas más».

«A partir del 11 de diciembre no hay más cepo», había dicho el candidato de Cambiemos en reiteradas oportunidades desde principios de año, como parte de la campaña electoral que lo llevará a disputar ahora un primer balotaje de la historia, contra el postulante del Frente para la Victoria, Daniel Scioli.

Ahora, tras la caída de las reservas del Banco Central de la República Argentina, Macri dio marcha atrás con la promesa y salió a aclarar, a cuatro días de la segunda vuelta electoral, que si llega a la Casa Rosada no se podrá comprar dólares libremente en el mercado de cambios oficial.

«No tenemos un problema de dólares. Los argentinos que tienen ahora los dólares que antes estaban en el Banco Central se refugiaron porque el Gobierno les decía que había 8 por ciento de inflación cuando había 30, 25, 28 por ciento», afirmó Macri en declaraciones a Radio La Red.

Ante la consulta, el líder de Cambiemos optó por no revelar todavía quién será su ministro de Economía y sólo señaló a Rogelio Frigerio y Alfonso Prat Gay como las actuales «caras visibles de un equipo de economistas muy grandes».

Tras criticar con dureza al actual ministro de Economía, Axel Kicillof, el candidato presidencial señaló que su espacio va hacia «un gabinete económico equilibrado» y remarcó que «en la Argentina lo importante no es la obsesión de la tecnocracia de la macroeconomía, es la obsesión por generar trabajo».