El jefe del interbloque Cambiemos en la Cámara de Diputados, Mario Negri, consideró hoy que el Gobierno generó una «sobre expectativa» en los argentinos respecto de una supuesta recuperación económica en el segundo semestre.

Para el diputado radical, «era difícil» que la Argentina pudiera recuperar la senda del crecimiento a partir de la «herencia catastrófica» que, según dijo, dejó el kirchnerismo, con un «Estado desfinanciado».

«Se generó una sobre expectativa respecto del segundo semestre. Fue dicho de buena fe, pero es difícil que la gente comprenda una herencia catastrófica como la que recibimos y un Estado desfinanciado, y que se le diga que a los seis meses íbamos a estar distinto. Cuando la crisis es grande, el sacrificio es prolongado y no se resuelve en pocos días», remarcó en una entrevista exclusiva con NA.

En este sentido, consideró desacertada la promesa de un cambio palpable en la economía de la gente, sobre todo porque «los argentinos somos muy propensos a engancharnos en las sobreexpectativas, porque queremos disparar rápido del pasado».

—¿Estuvo un poco amateur el Gobierno en el manejo de algunos temas, como por ejemplo las subas de tarifas, donde tuvo marchas y contramarchas?

—En materia macroeconómica había que resolver holdouts, salir del cepo, conseguir financiamiento y eso se hizo rápido. Después en la microeconomía, sabíamos que había dos asignaturas muy fuertes. Uno era la enrome montaña de los subsidios inequitativos y cómo se iba a resolver tarifas. Yo creía que la audiencia pública la teníamos que haber hecho mucho antes y a lo mejor hubiéramos evitado un tiempo de demora que se perdió. Inclusive al Gobierno le hubiera ido mejor con los ingresos.

—En el Gobierno existe una puja entre un ala dura que propone terapia de shock económico y un ala blanda partidaria del gradualismo. ¿En la UCR hay consenso unánime a favor de esta última modalidad?

—Yo tengo algo claro: que los que recomiendan la cuchilla sin anestesia, les recomiendo que primero la usen ellos a ver si sienten algún dolor. Pero a mí lo que interesa es la definición que tome el presidente en definitiva, que es el que después termina laudando y decidiendo. Después que haya miradas distintas, no me sorprende. El camino que eligió el gobierno es el del gradualismo, que es el más difícil.

—Fue un error del Gobierno depositar tanta expectativa sobre la recuperación de la economía en el «segundo semestre»?

—Creo que se generó una sobre expectativa respecto del segundo semestre. Fue dicho de buena fe, pero es difícil que la gente comprenda una herencia catastrófica como la que recibimos y un Estado desfinanciado, y que se le diga que a los seis meses íbamos a estar distinto. Cuando la crisis es grande, el sacrificio es prolongado y no se resuelve en pocos días. El gobierno pensaba que la economía iba a arrancar a la mayor velocidad, que las inversiones iban a llegar más rápido. No ha ocurrido. Lo de Brasil influyó bastante también. Los argentinos somos muy propensos a engancharnos en las sobre expectativas, porque queremos disparar rápido del pasado.