La Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) anunció este lunes en la Cámara de Diputados que el miércoles hará nuevamente paros rotativos en cada una de las líneas, en el marco de un plan de lucha para lograr conseguir un «subte libre de asbesto» y la reducción de la jornada laboral con dos francos.

El anuncio fue formulado por el titular de los metrodelegados Roberto «Beto» Pianelli en el último tramo de una audiencia realizada en la Cámara de Diputados con el fin de visibilizar la lucha que realiza el gremio de trabajadores de ese transporte público.

En ese contexto, el sindicalista anticipó que pasado mañana habrá nuevos paros para «reducir la jornada con dos francos, reducir la exposición al asbesto, cambio de flotas contaminadas y reposición de personal faltante».

Posteriormente, en un comunicado detallaron que los paros se harán de 5.30 a 10 en la línea E y el Premetro; de 10 a 14.30 en las líneas A y B; de 14.30 a 19 en las líneas C y D y de 19 al cierre en la línea H.

Los gremialistas vienen denunciando a la empresa concesionaria Metrovías-Emova y al Gobierno de la Ciudad por el «incumplimiento de normas y acuerdos internacionales, de leyes nacionales y fallos de la Justicia en relación al cancerígeno asbesto».

En un comunicado, Pianelli y el adjunto Néstor Segovia solicitaron «disculpas» a los usuarios por «las molestias que las protestas pueden generar», y señalaron que se impone reducir la jornada porque «el asbesto mata».

Los metrodelegados vienen realizando medidas de fuerza desde hace varios meses, mientras la empresa Emova sostiene que las mediciones en el subte «arrojan resultados considerados adecuados para la salud».

En uno de sus últimos pronunciamientos, la compañía reiteró que «la reducción de la jornada semanal» de trabajo «resulta inviable sin afectar las actividades de operación de la red de subte».

También insistió con que «las más de 2.500 mediciones realizadas sobre la calidad del aire en todas las áreas de trabajo del subte, arrojan resultados considerados adecuados para la salud».

Y añadió que «las mediciones se realizan constantemente y están a cargo de instituciones y laboratorios especializados que fueron validados por la Agencia de Protección Ambiental del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires».

En el Congreso participaron de la audiencia médicos, sindicalistas y los diputados del Frente de Todos Paula Penacca, Eduardo Valdés, Daniel Gollan y Hugo Yasky, y por el Frente de Izquierda Romina del Plá y Alejandro Vilca.

Pianelli: «Se continuará la lucha hasta lograr un subte libre de asbesto porque no solo perjudica a los trabajadores del subte sino a otros trabajadores de otros sectores, y por eso nosotros estamos visibilizando esta problemática»

«Nos ponemos a disposición para trabajar junto a los diputados para ver como se puede avanzar en un debate más general, porque hay que a sacar el manto y decir de qué se trata, porque tenemos que poder vivir sin miedo a enfermarnos», agregó.

Defendió el reclamo de «reducir la jornada laboral porque es una necesidad» y recordó que los trabajadores del subte tienen un franco semanal, trabajan 36 horas semanales y quieren que se disminuyan a 30 horas.

Pianelli amplió que cuando se enteraron de que los coches tenían asbesto «nos cambió la vida» y relató que como «siempre nos negaban el problema y querían eliminar las pruebas, debimos sustraer piezas para mandarlas a analizar a laboratorios con el objetivo de saber si había material cancerígeno en las mismas. Y efectivamente, así lo era».

«La empresa, el Gobierno de la Ciudad y Trabajo han reconocido que hay asbesto, que hubo fallecidos, pero lo tapan», agregó. Dijo que «ya se han extraído cerca de 90 toneladas pero faltan como 200 más y lo sorprendente de esto es el cómo lo sacan: lo tiran al río, contaminando»

La diputada Penacca expresó su respaldo y dijo que «es hora de romper con el blindaje mediático» que, dijo, tiene el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Valdés sostuvo que «acompañamos a los trabajadores del subte para denunciar la contaminación por asbesto a la que están expuestos, tanto quienes trabajan como quienes viajan en los subtes porteños».

Agregó que «la reducción de la jornada laboral también es necesaria para cuidar la salud».

Yasky afirmó que «acá no estamos peleando por salario sino por algo que trasciende al sindicato y se está peleando para que los usuarios no estén expuesto a este problema». Añadió que «debe haber muchas actividades donde los trabajadores puedan estar perjudicados por este producto, lo que pasa es que (en esas actividades) no hay un sindicato que lo visibilice».