El presidente Javier Milei mintió en público sobre su antecesor en el cargo, Alberto Fernández, al que le adjudicó «almorzar y cenar diariamente con champagne en la Quinta de Olivos» durante su gestión, y tuvo que salir a pedir disculpas. Aun así, la información falsa se difundió a lo largo de todo el martes a través de algunos periodistas oficialistas.

El ex presidente Alberto Fernández consideró que el actual mandatario, Javier Milei, debería «corregir el rumbo y abandonar el discurso del odio», luego de que el libertario afirmara que se consumía champagne a diario en la Quinta de Olivos durante la gestión del Frente de Todos.

En el marco de su participación en ExpoAgro 2024 el pasado martes, el jefe de Estado hizo hincapié sobre algunos recortes que hizo desde que llegó al Gobierno: «Hay un libro de (Milton) Friedman con su esposa que se llama Libres para elegir y en un capítulo habla de las cuatro formas de gastar. Usted puede gastar su dinero en usted o en otros y el dinero de otros en usted o en otros. Cuando gasta el dinero de otros en usted, ahí comen en el restaurante más caro o por ejemplo se gastan un palo verde por mes yendo en helicóptero a todos lados, el que yo no uso. Uno de los tantos ahorros. Podés cortar la calidad en la comida también».

«Porque en la Administración anterior, en donde estoy viviendo, se almorzaba y cenaba con champagne Cristal todos los días. Si vienen a la Quinta, no los voy a recibir así. Lo único exótico que les puede ofrecer es el keter que tomo en shabat, es un jugo de uva para los que no tomamos alcohol», cerró.

Luego de que esa acusación se difundiera en distintos medios, Alberto Fernández salió al cruce a través de sus redes sociales: «Esto es una mentira. Espero que quien lo ha dicho lo desmienta de inmediato», publicó el dirigente peronista.

Minutos después, el propio libertario se encargó de pedir disculpas, ya que reconoció que esa acusación era infundada: «Me dicen que la información acerca del consumo de champagne en Olivos en la anterior administración era incorrecta. Disculparse cuando uno se equivoca es lo que corresponde».

Desde México, el ex presidente agradeció el pedido de disculpas público y también le dejó un reclamo.

«Valoro la retractación. Descalificar al adversario imputándole falsedades solo degrada a la política. Sería mejor corregir el rumbo y abandonar el discurso del odio», subrayó Alberto Fernández.