Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires  – A partir de la exposición que realizó el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla en el marco de una reunión convocada por el presidente de la comisión de Libertad de Expresión, Leopoldo Moro, el miércoles pasado, muchas fueron la voces que se alzaron para manifestar su asombro e indignación por las pruebas que se ventilaron en ese ámbito.

Ramos Padilla mostró escritos e hizo escuchar algunos audios a los legisladores, miembros de la Justicia, y la prensa, que son parte de la documentación con la que cuenta el magistrado y que incriminaría a varios funcionarios políticos del gabinete del presidente Macri, miembros de la Justicia, legisladores, y otros particulares, a partir del secuestro de los teléfonos celulares y la computadora de Marecelo D´Alessio.

La diputada por el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), Myriam Bregman, dialogó con Conclusión y manifestó su «asombro» a pesar de que ella ya había realizado varias denuncias por casos de espionaje en los que intervinieron agentes de inteligencia. Sin embargo, la representante de los ciudadanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la legislatura porteña, dijo que «preocupa que están involucrados altos funcionarios en una causa sobre espionaje ilegal».

Bregman, señaló además que «se vive una situación de mucha gravedad, porque todos los datos que se dieron de la investigación son escalofriantes», al tiempo que agregó que «se trataba de mecanismos similares a los del preceso», pero que no dejaba de asombrarla.