Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires

Todo comenzó poco antes de las 14.30 y casi al inicio de la primera sesión de este miércoles en Diputados, cuando el presidente del bloque del Frente para la Victoria-PJ, el santafecino Agustín Rossi le propuso al titular del cuerpo, Emilio Monzó, alterar el orden del temario. Pero el escándalo se produjo en el momento que la Alianza Cambiemos y aliados decidieron dejar sin quorum la sesión cuando se debía tratar el dictamen de la Bicameral de DNU sobre el megadecreto.

La iniciativa del jefe de la bancada del FPV-PJ intentó priorizar el tratamiento al rechazo o aprobación del Decreto de Necesidad y Urgencia cuestionado por la oposición, porque deroga y modifica leyes.

Si bien el oficialismo dio consentimiento para que se elimine la posibilidad de mover el dinero del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de Anses en Fondos Fiduciarios, a la hora de debatir el último punto del DNU, Cambiemos abandonó el recinto.

La Cámara de Diputados tuvo la primera sesión sobre tablas desde 2016 en la que se debatieron los tres proyectos de ley que contienen los 22 capítulos del mega DNU 27/18 que firmó el presidente Mauricio Macri para «desburocratizar el Estado», pero que seguirá vigente hasta tanto haya una definición en el Congreso.

Rossi argumentó que se trataba de un «mamarracho parlamentario» el debate sobre los tres proyectos de ley, sin derogar antes el mega DNU 27/18″.

 

 

lnmediatamente el respaldo a la iniciativa del titular del Frente para la Victoria llegó en la palabra de la jefa del bloque massista, Graciela Camaño, quien recordó que mientras no sea derogada, esa norma «tiene validez jurídica», y agregó: “Quisiera no estar frente a una maniobra, porque evidentemente cuando nos empezamos a enojar y pelear tanto por un tema, es porque nos queremos ir por el otro”.

Mientras se desarrollaba  la sesión la legisladora del Frente Renovador profundizó y advirtió: “Hasta que no se promulgue (la nueva ley), con el decreto se puede seguir tomando las cuentas sueldos. Se puede hacer todo lo que dijeron que no se puede hacer”, y por lo tanto el presidente además podía promulgar parcialmente, o vetar lo que acababan de aprobar.

Y expuso su temor a que “se levanten los diputados del oficialismo, acá no haya quórum y no hagamos lo que constitucionalmente corresponde, que es rechazar o aceptar el DNU. Sean responsables, quedémonos hasta el final; comprometámonos con el número y pongamos a votación del decreto de necesidad y urgencia”, reclamó.

A las 2.35 de la madrugada y la situación se desmadró, sin quorum para sesionar, fue avisado Emilio Monzó quein insistió, que no había que votar y paso a poner a consideración el dictamen de mayoría.

Agustín Rossi retomó la palabra y le recordó a Monzó: “Le dije en el transcurso de la sesión que estábamos frente a un mamarracho parlamentario; está claro que esto es un papelón absoluto. ¡Es imposible construir un trabajo ordinario con este tipo de cuestiones!”, arrancó, para disparar a continuación: “Presidente, usted fue cómplice, claramente; lo llevaron hasta el final con un tratamiento. Usted incumplió con el reglamento, porque las mociones sobre tablas se tratan al final de la sesión”.

Y añadió:»Tengan coraje en plantear las cosas como las tiene que plantear. Porque la verdad que no tienen límite… ¿Ustedes dicen que van a defender las instituciones? ¡Mentira! ¿Ustedes dicen que van a defender la democracia? ¡Mentira! ¿Ustedes quieren defender a este Congreso? ¡Mentira!”.

A su turno, el diputado santafecino, Luis Contigiani cargó contra el oficialismo y recriminó la falta de valores, y la condición de gerentes del gobierno nacional: