Alberto Nisman fue ejecutado frente a la bañera, con el torso erguido y con una rodilla en el suelo, ratificaron hoy ante la fiscal del caso, Viviana Fein, los peritos forenses de la querella, al presentarle sus conclusiones sobre la muerte del investigador de la causa AMIA, que apuntan a un homicidio.

Esa es la hipótesis que ratificó el equipo de peritos forenses que contrató la ex esposa de Nisman, la juez Sandra Arroyo Salgado, compuesto por el criminalista Daniel Salcedo y el médico forense Eduardo Raffo.

Salcedo y Raffo se limitaron a decir ante la prensa que presentaron el informe, pero evitaron los detalles del «punto 12» del documento que detalla la «mecánica» del presunto homicidio y que había sido mantenido en reserva hasta este jueves.

«Fue un acto formal. El informe queda hoy oficialmente incorporado a la causa», dijo Salcedo rodeado de periodistas a la salida de los tribunales y agregó: «La fiscalía está de acuerdo con nosotros en el sentido de que aceptan nuestro dictamen. Pero lo toman como un informe más».

Fuentes judiciales confirmaron a NA que en el texto presentado ante la fiscalía se ofrecen los detalles expresados previamente y que fueron revelados este jueves por La Nación.

Poco antes de esa exposición, el medular punto 12 fue eje de una nueva controversia entre Fein y Arroyo Salgado, luego de que la fiscal dijera en radio que «no existía» tal descripción y la jueza saliera a desmentirla pidiendo que no se mintiera «más».

Finalmente, Fein rectificó sus dichos y justificó su desmentida inicial en que la propia exesposa de Nisman le había pedido que no revelara los detalles del informe.

El criminalista Salcedo anticipó que Fein convocará a una «junta forense de criminalistas y médicos legales», entre ellos los peritos oficiales de la causa, y se declaró confiado enunificar un dictamen sobre la muerte del fiscal Nisman «siempre que se centre en cuestiones científicas».

«Somos prudentes, estamos respetando cuestiones procesales», dijo Salcedo, exjefe de la Policía Bonaerense, en alusión a su negativa a brindar detalles a la prensa sobre el informe pericial de la parte demandante de la causa.

Las conclusiones de la querella volvieron a poner bajo la mira al perito en informática, Diego Lagomarsino, quien le prestó a Nisman su pistola calibre 22 de la que salió el disparo fatal.

Consultado sobre si fue Lagomarsino el victimario de Nisman, Salcedo respondió: «Nosotros no acusamos a nadie. Decimos cómo cuándo y dónde. No hablamos de quién ni por qué».

Lagomarsino, empleado de la Unidad Fiscal AMIA y colaborador personal de Nisman, fue puesto bajo sospecha luego de que el informe de la querella señalara, a diferencia del realizado por los peritos oficiales, que el fiscal murió el sábado 18 de enero por la tarde noche y no el domingo, definición que lo ubica más próximo temporalmente a la escena de la muerte.

Salcedo dijo que en la fiscalía de Fein —que los había citado para que explicaran y presentaran su informe, que a diferencia de la pericia oficial está basado en videos y fotos pero no en el cadáver— los atendieron «muy amablemente».

Anticipó además que en los próximos días presentarán un escrito o brindarán una conferencia de prensa para brindar detalles sobre su propia investigación.

A su turno, Raffo, de larga trayectoria en peritajes forenses, ironizó sobre la posibilidad de que se contraten expertos internacionales para profundizar la investigación sobre la muerte de Nisman: «Si nos vienen a enseñar medicina legal, queremos aprender mucho».

Salcedo y Raffo se presentaron este jueves por la mañana ante Fein para ratificar el denominado «punto 12» del informe, según el cual Nisman murió de rodillas y con un balazo en la cabeza disparado por un atacante.

Textualmente, ese apartado señala que «al momento de recibir el disparo la víctima debió haber estado en posición rodilla a tierra» y que «esta altura, además, coincide con las manchas de sangre observadas en la escena y, en particular, la que se hallaba sobre la mesada del baño».

«De haber estado la víctima en bipedestación al caer (y por el proceso de agonía que demuestra el análisis médico legal) debería presentar alguna lesión contusa además del disparo, en alguna zona como la espalda, la cabeza o alguno de sus miembros. Estos signos patognomónicos no están», agrega el texto.