Por Gisela Gentile

El 8 de agosto se tratará en la cámara de senadores la ley de despenalización del aborto, por esto es de fundamental importancia escuchar voces que sumen al debate como la de este reconocido médico genetista.

“El poder contar con una ley de interrupción del embarazo te brinda un marco, sostén y acompañamiento necesario para poder elegir libremente”, con estas palabras comenzaba la charla con Conclusión Ramiro Colabianchi, médico genetista ligado desde hace años junto a su familia, al área de fertilización.

Se han escuchado variedad de voces en torno a la despenalización del aborto, hubo una gran cantidad de conceptos que aportaron y enriquecieron el debate, pero otros tantos mostraron situaciones irreales, engañosas y pocos serias: “Los contrapuestos confunden y generan en gran parte de la población la idea que la ley de despenalización va a obligar a las mujeres a abortar. El punto es que si nos basamos en una ley restrictiva que penaliza una práctica, estaríamos decidiendo por todo el mundo”.

El tema es profundo y tiene muchísimas aristas, una de ellas es la postura selectiva en torno a los embriones. Los avances científicos le brindan la posibilidad a muchas parejas que realizan tratamientos de fertilidad poder congelar embriones fecundados para una posible utilización. En torno a esta situación, el genetista agregó: “Es difícil de comprenderlo ya que se habla en términos de embrión y el imaginario de la gente piensa en un bebé, pero si vieran lo que es un  embrión más allá de todo lo que significa, células y ADN, podríamos pensar en otra situación. La simpleza del análisis hace que digamos este si o este no, tiene que ver con cómo estamos educados y cómo nos muestran las cosas”.

Por fuera del vientre materno la situación es mucho más sencilla, “hoy en día existe una ley que indica que quienes otorgaron la información genética para gestarlos son quienes deben manifestar la voluntad de descartarlos”.

En torno a la pregunta existencial y que tiene diferentes respuestas según quien la exprese, Colabianchi tomó una postura sobre a cuándo comienza la vida, “la ciencia no tiene una respuesta exacta sobre esto ya que en mi caso manifestaré una cosa y otro te dirá lo contrario. Como no hay algo concreto, es un debate que no tiene fin, por eso lo que hay que considerar es la libertad de decidir de cada persona que está por tomar esta decisión tan difícil y que en muchos casos deja secuelas, por eso de la importancia del acompañamiento”.

“Hay que valorar el momento en el cual ese feto tiene posibilidad de sobrevivir sin tanta intervención del ser humano fuera del útero de la madre. Es necesario para ese embrión primero, y feto después, el útero,  para poder darle la real identidad y que pueda sobrevivir a muchas etapas de esa gestación. Nosotros sabemos que si un parto se da prematuro a las 22 semanas, vamos a necesitar de mucha ciencia y tecnología para que pueda sobrevivir, si es que lo logra”, enfatizó el médico.

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De manera implicita las sociedades y sus normas toman una postura acerca de cuándo somos conciderados personas, “el ejemplo puede ser un poco burdo pero nosotros festejamos el cumpleaños desde el día de nacimiento y no desde la gestación, y eso también es cultural ya que lo tomamos la referencia desde el parto. Siento que es muy personal y no tengo que convencer a nadie, pero al tener este concepto les doy la libertad a mis pacientes de que puedan sentarse en mi consultorio y hablar sobre estos temas. Por ejemplo en embarazos que se complican les brindo toda la información necesaria para que ellos tengan la posibilidad de decidir”.

En la mayoría de los discursos que se encuentran opuestos a la despenalización, el punto que más molesta es la decisión de la mujer, “si vos le decís que no puede hacerlo, ya estas decidiendo por ella, alguien está tomando la decisión por otro. Despenalizando le das libertad de decisión, y no debemos entrar en debates filosóficos de cuando comienza la vida o no porque esto es un problema de salud pública ya que los abortos se hacen”.

Santa Fe junto a otras provincias de la Argentina, desde hace años, lleva a cabo en sus centros de salud la ley nacional de <aborto no punible>, “en nuestra región contamos con una gran experiencia sobre el tema,  según la causales del embarazo se puede interrumpir y se hace de una manera muy seria. Tengo muchos allegados que han pasado por dichos centros y luego del asesoramiento han decidido continuar con su embarazo, sino hubiese tenido ese lugar seguramente hubiese buscado un espacio fuera de la ley para llevar a cabo la interrupción. Se redujo notablemente la mortalidad y morbilidad de la mujer gracias a los controles en esas prácticas”, añadió el profesional.

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El tema es cultural, en donde se mezclan la filosofía de vida y los dogmas religiosos, que nos acompañan hace miles de años y que son muy difíciles de romper. “Tan sólo con la iniciación de este debate ya hemos ganado mucho, más allá de que se despenalice o no, tarde o temprano se va a dar. Poner el tema en agenda y brindar información hizo que muchas personas que no lo habían pensado comiencen a construir un nuevo discurso”.

“Los legisladores tienen que pensar en la salud pública y no en si están a favor o no del aborto, ya que considero que nadie es pro aborto. Esta ley tiene en su interior una fuerza muy grande en torno a la educación sexual y el acercamiento de la anticoncepción a toda la población”, indicó.

Este tema transversal que toca las fibras más intimas de la sociedad ha colocado a la mayoría de las personas que no pueden tener hijos en la vereda de enfrente; “desde que soy pequeño vi trabajar a mi papá en esto y lo tomo de manera natural. En el camino de la vida me tocó junto a mi mujer hacer un tratamiento ya que fuimos de aquellos que buscábamos y no podíamos lograr el embarazo. Teníamos la decisión de ser padres y buscamos los métodos que la ciencia o la adopción nos diera para conseguirlo. Gracias a la medicina lo logramos, pero eso no me impide pensar también que en determinadas situaciones, eso que se dio naturalmente se tenga que interrumpir o aquellos que llevan a delante sus embarazos no quieren tenerlos y lo dan en adopción, por eso lo fundamental es la libertad de elección”, concluyó el médico genetista Ramiro Colabianchi.