La ex primera dama Zulema Yoma contó hoy que en octubre pasado mantuvo un encuentro con la entonces presidenta, Cristina Kirchner, en el que le «reconoció» que la muerte de su hijo Carlos Menem Junior «fue el tercer atentado por cuestiones geopolíticas internacionales», ante lo cual consideró que «se la puede citar como testigo, para que aporte algo a la causa».

«Fui especialmente por el tema de Carlitos», relató la ex esposa de Carlos Saúl Menem sobre la reunión que tuvo en la Quinta de Olivos a fines de octubre de 2015 con la ex jefa de Estado.

En diálogo con Radio del Plata y La Red, Yoma precisó la visión que le dio Cristina Kirchner sobre la muerte del primogénito del actual senador nacional, que al entender de la ex primera dama se trató de un «atentado».

«Cristina me reconoció que fue el tercer atentado por cuestiones geopolíticas internacionales», manifestó, al tiempo que lamentó las reacciones que hubo cuando ella denunció que había sido un ataque contra el helicóptero en el que viajaba su hijo el 15 de marzo de 1995.

En ese sentido, señaló que «también se puede citar a la doctora Kirchner como testigo, para que aporte algo a la causa».

«Hubo trabajo sucio de los servicios, el Estado lo sabe. Acá pasaron cosas terribles, muy, muy feas, como profanar el cadáver de Carlitos para ocultar lo que realmente pasó», recordó, a la vez que resaltó que «no fue sólo un caso, también murieron muchos testigos».

El pasado lunes, el exjefe de Estado había presentado ante el Juzgado Federal Número 2 un escrito en el que ratificó la versión de su exesposa: «Ratifico saber que mi hijo murió en un atentado criminal. Sé quiénes, cómo y por qué lo asesinaron. No revelaré los datos dado que es un secreto de Estado y los conocí estrictamente en mi carácter de Presidente de la Nación».

«Ya son dos presidentes que lo dicen, vamos a ver qué hace el juez Villafuerte Ruzo, hasta dónde quieren llegar con la impunidad», destacó Zulema.

Y agregó: «Es injusta la difamación que recibí. A mí me trataron de loca para abajo. Ya sé cómo murió, lo bajaron a balazos, le pegaron un tiro en la frente, fue un atentado».

Asimismo, pidió «al Estado argentino que colabore para que el cuerpo antropológico estudie los restos y así averiguar dónde están los verdaderos, si son esos o no».

«La duda (sobre los restos) me la da la afirmación de la Morgue Judicial. El cráneo de Carlitos está en la Morgue Judicial. No puede ser que un cadáver tenga una pierna enyesada, el cadáver que enterramos», denunció.

Al mismo tiempo, la ex primera dama consideró que «hay que levantarle el secreto de Estado a Menem» para que brinde detalles sobre la muerte de su hijo, ya que «no es más Presidente, pero se guarda el secreto de Estado» sobre lo que sucedió en los hechos que llevaron a la muerte al joven de 26 años.

«El juez de la causa (Carlos Villafuerte Ruzo) está sentado sobre el expediente y no quiere tomar la resolución que corresponde teniendo la pericia, que es terminante. La pericia de Gendarmería es contundente con los orificios de bala en el helicóptero, ¿qué van a hacer con eso?», concluyó.

Por su parte, la nieta del ex presidente Antonella Menem aseguró que le «molesta» que su abuelo «no diga quiénes fueron los que mataron» a su padre, Carlitos Menem junior.

«Chocolate por la noticia. ¿Cuántas veces dije en los medios que mi abuelo siempre supo quién mató a mi papá y que se lo iba a llevar a la tumba?», se preguntó la joven.

A través de su cuenta de Twitter, la hija del primogénito del actual senador nacional reclamó al riojano que cuente lo que sabe sobre la caída del helicóptero en el que viajaba Carlitos junior el 15 de marzo de 1996 en la localidad bonaerense de Ramallo.

«Me molesta que no diga quiénes fueron los que mataron a mi papá. Ya pasaron 21 años, es hora de que hables, abuelo. No le va a pasar nada a nadie», manifestó la nieta de Carlos Menem y Zulema Yoma, al tiempo que se quejó del accionar judicial: «¡Qué vergüenza la Justicia argentina!».

Y, dirigiéndose a su abuelo paterno, concluyó: «Ya basta de tener miedo. Sé que no decís la verdad por miedo a que te hagan de nuevo lo mismo».