Por Facundo Díaz D’Alessandro

De a poco, comienza a divisarse la meta para los candidatos rosarinos. En siete días (el domingo 16 de junio) la ciudadanía acudirá nuevamente a las urnas, pero esta vez será, por los próximos cuatro años, definitiva.

Si bien todo está el aire hasta entonces, tanto las encuestas que circulan por estas horas como el resultado de las Paso, dan indicios de una definición pareja en algunas categorías, como por ejemplo la de intendente de Rosario.

Esos guarismos evidencian una disputa cuerpo a cuerpo entre el candidato del Frente Progresista, Pablo Javkin, y el peronista (Frente Juntos), Roberto Sukerman, quien en diálogo con Conclusión sostuvo que “sería hipócrita no reconocer que cuando uno ve números que le dan bien se pone contento” pero que “tampoco uno basa la campaña en encuestas, lo mejor es la calle, ir a los lugares, caminar, recorrer la ciudad, ver qué es lo que vuelve”.

“En mi caso es extraordinario, recorro en colectivo o en bicicleta, hay una cercanía enorme, se te ponen a charlar, te alientan, piden fotos. Es divertido y me llena de satisfacción, si no me pasase eso tampoco serviría ganar. Lo que se logra con eso es comprobar que uno está ejerciendo esa representación que implica la política, plantear en políticas públicas lo que pide población”, expuso el actual concejal.

Respecto a uno de los flancos que más cuestionamientos cosecha de la actual gestión del Frente Progresista, los elevados índices de inseguridad, Sukerman se mostró tajante.

“Si no es de tu competencia es de tu incumbencia, como suele decir Omar Perotti. En 2015 propuse crear la policía municipal, ni lo quisieron discutir. Tampoco trabajaron con el gobierno provincial para mejorar Rosario, que tiene problemas con el narcotráfico, homicidios, violencia, balaceras, robos. Y la intendenta nada. Ordenanzas aprobadas de mi autoría, como la de videovigilancia y el sistema unificado de emergencia en seguridad, nunca lo quisieron cumplir, están las ordenanzas incumplidas por Fein y por Javkin, que formó parte de esta gestión. No quisieron hacer nada”, sentenció.

En el mismo sentido, Sukerman se plegó a una de las consignas principales que viene repitiendo en campaña el candidato de su espacio a gobernador, Omar Perotti.

“No hay que tenerle miedo a las palabras paz y orden. No hay manera de poder avanzar, crecer, si no nos ordenamos. Pasa en la vida y lo mismo en la casa. No podes vivir con todo sucio y desordenado. El orden genera método, las cosas en su lugar, la ciudad necesita orden: el tránsito es un caos, los controles de distintos organismos municipales, como la GUM, tienen poco personal, no hay políticas focalizadas en el control. No le echamos la culpa a los empleados, hay una política de vaciamiento de políticas municipales. El intendente de Rosario no ha hecho nada por seguridad, estoy trabajando codo a codo con Perotti para llevar adelante políticas de seguridad”, detalló el abogado y ex titular de la Anses en la ciudad.

Y agregó: “No sos un presidente comunal de una comuna chica, es una ciudad que tiene un poderío más grande que algunas provincias. Potencial en su río, en su hidrovía, en su puerto desaprovechado. Hay muchas cosas que Rosario tiene y está adormecida, debemos recuperar el orgullo de ser rosarinos, una ciudad que siempre fue rebelde. De eso se trata de generar un liderazgo, colectivo. No nos vamos a salvar solos”.

“Quiero una Rosario inclusiva, igualitaria, equilibrada, con igualdad de oportunidades. El mayor problema de Rosario es la desigualdad, hay barrios abandonados sin servicios ni infraestructura. Nos duele, hay personas que viven muy bien y otras muy mal, no quiero que las que viven bien vivan mal sino que las que viven mal vivan bien. Igualmente, no estoy convencido de que aquellos que tienen un mejor presente económico vivan bien si viven con inseguridad, calles rotas y desigualdad”, expresó.

Por último, casi como una nota de color, el candidato jugó con el “uniforme” utilizado por Javkin para la campaña y algunas viejas chanzas de su época de compañeros de secundaria en la escuela Superior de Comercio Libertador General San Martín.

“Con todo respeto a Javkin, que lo conozco desde los 13 años y discutimos desde entonces, se puso corbata porque quiere mostrar que Rosario necesita un intendente con corbata. Yo no uso porque no considero que se necesite eso.  La corbata es para oficina, Rosario necesita un intendente que recorra la ciudad permanentemente, como cuando era jefe de Anses, tenía una oficina hermosa pero estaba todo el día recorriendo la ciudad”, cerró.