JUEVES, 03 DE OCT

Tras el visto bueno de Diputados al veto, hubo represión contra jubilados y niños en el Congreso

Los organismos que supervisaron los operativos aseguraron que el SAME atendió a nueve heridos, en tanto que ellos pudieron constatar tres personas con lesiones de balas de goma.

 

Luego de que la Cámara de Diputados aprobara este miércoles el veto a la Ley de Movilidad Jubilatoria, afuera del Congreso los manifestantes fueron reprimidos por las Fuerzas de Seguridad enviadas por el Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich.

Con 153 votos a favor, 87 en contra y 8 abstenciones, la Cámara de Diputados no revirtió el rechazo presidencial de Milei a la Ley de Movilidad Jubilatoria. Para insistir con el aumento de haberes, la oposición necesitaba dos tercios de los votos de los presentes, es decir 166 voluntades.

La reforma que vetó el presidente Javier Milei y ratificó la Cámara Baja establecía un aumento de 8,1% en los haberes, dado que actualmente la jubilación mínima es de $234.540.

Afuera del recinto, la Policía Federal, Gendarmería y la Prefectura Naval reprimieron a los manifestantes, entre los que había niños y jubilados, con gas pimienta y balas de goma.

 

Los organismos que supervisaron los operativos aseguraron que el SAME atendió a nueve heridos, en tanto que ellos pudieron constatar tres personas con lesiones de balas de goma.

En el momento en que se expresaban pacíficamente un grupo de jubilados y organizaciones, «las fuerzas federales lanzaron una feroz represión». Alertaron que «más de 50 personas, entre ellas personas mayores, una niña de siete años, trabajadores de prensa y defensores de derechos humanos resultaron heridas o afectadas por los gases químicos lanzados de manera indiscriminada y por los disparos con postas de goma en zonas vitales».

Otra de las imágenes muestra la detención de un hombre por parte de la policía, donde dos efectivos lo mantienen en el piso, y además llega el apoyo de la policía motorizada donde tratan de sacar a la gente que quería evitar la aprehensión de la persona.

Además, se vivió un momento de extrema tensión cuando la policía atropelló a una señora utilizando una moto, y posteriormente la gente que estaba presente tiró al efectivo de la misma, y comenzaron a pegarle patadas.

Al respecto, el Consejo Directivo Nacional de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) repudió la cobarde agresión al Secretario General de ATE Chubut, Guillermo Quiroga, en el marco de la fuerte represión a jubilados, trabajadores, sindicatos y movimientos sociales.

En ese sentido, ATE Nacional hizo responsable al Gobierno Nacional en general y a la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y al presidente, Javier Milei, en lo particular, por la integridad física tanto del dirigente de ATE Chubut como de todos los demás manifestantes que se encontraban luchando por los derechos del pueblo trabajador.

«El Gobierno está sembrando violencia y va a cosechar violencia. No hace falta mucha experiencia para saber que esto no termina bien. Les están negando un aumento de 483 pesos por día. Son miserables. Este Gobierno busca el retorno de las AFJP, que se vuelva a privatizar el sistema previsional en la Argentina para que las multinacionales y los bancos vuelvan a hacer negocios con nuestros aportes», indicó el titular del gremio, Rodolfo Aguiar.

 

Además, aseguraron que al menos dos personas fueron detenidas arbitrariamente durante la represión. Uno de los manifestantes fue retenido en Callao entre Perón y Esmeralda, en tanto que otra persona fue detenida frente al cine Gaumont, todo en Capital Federal.

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Los medios de comunicación que estuvieron presentes en el lugar mostraron cómo una mujer era asistida tras haber recibido un balazo de goma en el cuello y poco después se vio cómo una nena de 10 años recibía primeros auxilios después de haber recibido disparos de gases lacrimógenos a corta distancia.

Lejos de manifestar cualquier tipo de empatía, el mandatario libertario calificó de «héroes» a los diputados que le pusieron «un freno a los degenerados fiscales» que, según su parecer, intentaron perturbar el superávit fiscal. «El déficit cero es innegociable», sentenció.

 

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