Por Florencia Vizzi

La nueva Alcaidía, ubicada en la zona sudoeste casi al límite del municipio, y que tantas expectativas ha planteado por parte del gobierno de la provincia de Santa Fe, comienza a convertirse en una realidad. Este martes, el edificio, cuyas obras aún no han culminado, fue presentado oficialmente a la sociedad con una recorrida encabezada por el gobernador Miguel Lifschtiz, el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, y el secretario de Asuntos Penitenciarios, Pablo Cococcioni. Allí serán trasladadas este miércoles, en forma provisoria hasta que todos los módulos estén terminados, las 68 mujeres privadas de la libertad que hoy se alojan en la Unidad Penal Nº 5 y en la comisaría 4ª.

«A partir de abril ya no va a haber ningún detenido en comisarías, esta unidad está destinada a reemplazar las comisarías», afirmó el gobernador Lifschitz . El nuevo complejo constará de tres módulos, uno, el único ya finalizado, para las personas que cumplen prisión preventiva hasta 20 días, o están detenidos transitoriamente en la calle o en allanamientos, uno pensado exclusivamente para la detención de mujeres, que contará con espacios para los menores hijos de las internas y jardín de infantes, y un tercer edificio que será una unidad de servicios que tendrá enfermería, unidades médicas, cocina y lugar de descanso para el personal. La nueva estructura, ubicada en 27 de febrero al 7800, en las calles 1709 y 1706,  implicó una inversión de 600 millones de pesos que, en palabras del gobernador Lifschitz, se destinaron para » garantizar que el mayor trabajo de prevención del Ministerio de Seguridad y también la acción más efectiva del nuevo proceso penal que conlleva a tener más detenidos, puedan hacerlo en correctas condiciones, con todas las pautas de seguridad».

«Las personas detenidas aquí, (módulo transitorio) lo harán por breve tiempo, explicó el gobernador, y desde abril todos los detenidos que ahora se encuentran alojados en comisarías serán alojados aquí, con presencia permanente de médicos, fiscales y defensores. Es decir, con todas las garantías para evitar cualquier suspicacia, sospecha o cualquier hecho de violencia institucional o de maltrato hacia las personas detenidas», enfatizó.

Un destino para las mujeres presas

Actualmente hay alrededor de 70 mujeres privadas de su libertad, alojadas, en su mayoría, en la Unidad Penal Nº 5 y algunas en la comisaría 4ª.  A partir de este miércoles, todas serán trasladadas al módulo de detención transitoria, y permanecerán alojadas allí hasta tanto finalice la construcción del módulo que las alojará definitivamente.

«Junto al módulo de detención transitoria, se está construyendo la Unidad de Mujeres, que también va a ser para 120 detenidas. Ya se trata de una cárcel para personas condenadas y va a reemplazar a la unidad que tenemos en la zona de Refinería, que se encuentra en muy malas condiciones y que ha sido motivo de muchas denuncias, con razón, de los organismos de derechos humanos y de las propias detenidas. Esa unidad va a estar habilitada en abril, explicó el ingeniero Lifschitz. Y remarcó que va a ser la primer unidad construída especialmente para mujeres.

«Esta es una cárcel modelo, porque tiene un lugar pensado para que las mamás puedan estar con sus hijos puedan permanecer adecuadamente, tiene un jardín de infantes y condiciones propias para cumplir con todas las convenciones internacionales».

En relación a las internas que tienen hijos y que pasarán estos meses en la unidad transitoria, el gobernador afirmó que esta todo contemplado, y consideró que «en la unidad transitoria van a estar en mejores condiciones de las que están hoy».

Desde la ONG Mujeres tras las Rejas, quienes se sumaron a la recorrida, señalaron con preocupación que el espacio transitorio no contempla las cuestiones fundamentales para las mujeres con hijos. Graciela Rojas, presidenta de la organización, advirtió que «si bien la estructura edilicia responde al sistema de cárcel, no hemos podido observar los lugares donde las mujeres podrían tener algún tipo de actividad que les diera la posiblidad de constituirse en ciudadanas». «Acá vemos que están bien diagramadas las celdas, que son individuales lo cual aporta una situación bastante conflictiva a la anterior forma de convivencia de las mujeres. No está previsto el espacio para los niños y bebés y las celdas están diagramadas para mujeres solas. Supongo que pondrán un cochecito o una cunita pero en este espacio no está previsto. Si esto es transitorio, como se dice, que es sólo por unos meses, no tiene relevancia, pero habrá que ver como continúa en el tiempo».

«Pensamos que lo importante y lo trascendente de este paso es que, por primera vez, el gobierno santafesino toma conciencia política de que tiene mujeres presas a su cargo y me parece que ese es el eje sobre el que nos tenemos que mover», enfatizó la presidenta de Mujeres tras las Rejas.  «Que esta estructura que acabamos de recorrer no es la apropiada, estamos seguras, porque no está construida para mujeres, con perspectiva de género. Después de abril nos sentaremos a analizar esa otra parte. Este es un paso positivo, hay que ver como las organizaciones que venimos desarrollando actividades y los talleristas podemos llegar a tener inserciones en este medio».

«Ni un preso más en las comisarías»

En la misma línea que el gobernador Miguel Lifschitz, Pablo Cococcioni, secretario de Asuntos Penitenciarios, hizo hincapié en la importante disminución de detenidos en comisarías desde que esta gestión asumió el gobierno de la provincia. «Nosotros arrancamos con el 51% de los presos en comisarías y sólo el 49» en el Servicio Penitenciario. Hoy tenemos el 93% en Servicio Penitenciario y el 7 % en comisarías. Sinceramente hay que decir que el nivel de inversión en infraestructura penitenciaria que ha tenido la provincia de Santa Fe no lo puede exhibir ninguna otra provincia argentina ni tampoco el gobierno federal».

Cococcioni destacó la inversión en tecnología y en los materiales elegidos en conjunto con el Ministerio de Obras Públicas y con el personal del Servicio Penitenciario de Santa Fe. «Los materiales son de mayor calidad y resistencia, los dispositivos de seguridad electrónicos son para agregar seguridad pero no para reemplazar a los dispositivos mecánicos manuales y en líneas generales entendemos que este es un nuevo modelo en materia de detención transitoria y esperamos que en algún día en cada región de la provincia de Santa Fe haya una alcaidía para reemplazar a todas las comisarías que alojan detenidos».

En relación a la inserción y rehabilitación, un tema no menor en este contexto, el secretario de Asuntos Penitenciarios se mostró de acuerdo con la importancia de pensar la función de la cárcel en esos términos. «Nosotros entendemos que la función de la cárcel es hacer un esfuerzo considerable para reducir el riesgo de reincidencia. Obviamente esto no es una regla que se produzca de manera absoluta, pero es un estándar al cual tenemos que seguir acercándonos. Por supuesto que esto tiene etapas de cumplimiento, cuando teníamos más de la mitad de los detenidos en comisarías era imposible siquiera pensar una política penitenciaria. Hoy es diferente, por ejemplo, tres años después de convertir la vieja alcaidía en la Unidad Penitenciaria Nº 6,  tenemos escuela primaria, tenemos talleres, tenemos los programas Vuelvo a estudiar y  Yo si puedo. Son estrategias de inserción social que, entendemos, son parte de la política de seguridad de Santa Fe».