El embajador argentino en Beijing, Sabino Vaca Narvaja, aseguró que dentro «de dos o tres años» China «va a ser el primer socio comercial» de Argentina. Además indicó que esto no afectará la relación con Estados Unidos, ya que ambos vínculos deben ser complementarios para el desarrollo argentino. Además adelantó que continuará trabajando para la inserción del país en la Ruta de la Seda y destacó la importancia de la visita del presidente Alberto Fernández en el marco de los Juegos Olímpicos de Invierno, justo cuando se cumplen 50 años de relaciones entre China y Argentina.

«En dos o tres años más, China va a ser nuestro primer socio comercial. Es lo que ya está pasando con todos los países de la región. Es el primer socio comercial de Brasil, Perú, Chile y Uruguay. Va a ser así», sostuvo el embajador argentino en Beijing durante una entrevista con ElDiarioAr.

Para avanzar en ese rumbo, Vaca Narvaja indicó que es necesario trabajar en ampliar las relaciones institucionales entre ambos países. En ese sentido, puso como ejemplo que Argentina tiene cuatro consulados en China, al tiempo que tiene siete en Estados Unidos y diez en Brasil. «Hay una asimetría absoluta en la representación institucional. Por eso vamos a abrir este quinto consulado en la región de Chengdu. Pero yo presenté un programa para abrir más representaciones porque es nuestro segundo socio comercial, hace dos años que por varios meses fue nuestro primer socio comercial», valoró.

Desde la administración argentina apuntan a fortalecer el vínculo en diferentes aristas. Una de ellas -no tan nombrada en comparación a otras- es el turismo. Cuando la pandemia aún no había aparecido en el radar -apuntó Vaca Narvaja- China era el turismo emisor que más gastaba en promedio. Razón por la que comenzaron a comrpar centros de esquí, instalaciones donde su población consumía productos de turismo. En este punto, las gestiones apuntan a elevar el turismo de cooperación con China para pasar de un pico de 70 mil turistas chinos a uno que supere el millón en tres o cuatro años.

«Hay que hacer un trabajo integral con las cadenas de hotelería, de ver las costumbres y el gusto, porque a los chinos les gusta comer su desayuno, sus comidas, tener cartelería en mandarín, trabajar mucho con universidades con el idioma, armar un plan integral. Y después el chino que viene de Argentina no solo viene a Argentina, son más de 19 mil kilómetros y generalmente va también a otro lugar. Entonces tenemos que trabajar la relación con China como región», expuso.

INVERSIONES EN MARCHA

Las represas son un tema central, sobre todo por la magnitud de las obras y los fondos que son invertidos en ellas, además de su impacto estratégico. En un momento del gobierno anterior fueron prácticamente frenadas, pero China le hizo entender que a la administración macrista que no habría otras inversiones si no avanzaba con estas obras.

«La obra no se llegó a parar porque el Gobierno decidió poner recursos propios hasta que esta adenda financiera se firme. Ahí esos recursos van a volver al Estado argentino. Es un proyecto de un volumen de recursos muy grande que tiene que pasar por un montón de instancias en China, un montón de ministerios, de organismos financieros. Y eso fue lo que demoró la formalización de esta adenda que se está firmando, creo, en el marco de la visita del Presidente, si no es antes. Eso el Presidente lo monitoreó punto a punto y el Gobierno decidió en el mientras tanto que estaba esa autorización a abonar con fondos propios para que no se pare, sobre todo la parte de la obra», detalló Vaca Narvaja en dialogo con el periodista Diego Genoud de ElDiarioAr.

Cabe destacar que dichas acciones no están ligadas a que haya acuerdo o no con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Así lo dejó claro el embajador argentino, quien directamente tildó de falsa la afirmación que señala como condicionante a la negociación de la deuda. Puso como ejemplo que el país chino incluso financia países que tienen bloqueos económicos como Venezuela o China. «Obviamente que China, al ser parte del FMI, quiere que a Argentina le vaya bien y tenga un acuerdo. La realidad es que China, en las reuniones que yo tuve y en los diálogos que ha tenido el ministro Guzmán, siempre ha apoyado nuestra posición con el Fondo», aseveró.

VIAJE DE ALBERTO

El mandatario argentino viajará en los primeros días de febrero a China para dirigirse a la China de Xi Jinping. El motivo oficial de la visita serán los Juegos Olímpicos de Invierno y también los 50 años de relación bilateral que se cumplen ese mes. Dicho viaje incluirá fuertes movimientos de carácter geopolítico, como la firma de la adhesión argentina a la Ruta de la Seda y otra serie de acuerdos vinculados a inversiones en ciencia y tecnología.

«Es cierto que Alberto nunca viajó a China, pero cuando Néstor Kirchner firma la asociación estratégica como presidente, él era jefe de Gabinete y de alguna manera fue un protagonista de ese acercamiento con China», recordó el embajador en Beijing.

«Ya en el 2014 -continuó-, Cristina firma con Xi Jinping la Asociación Estratégica Integral, que abre el período de mayor profundización de los vínculos, las mayores obras, la mejor cooperación y financiamiento. La visita va a coincidir con los 50 años de relaciones, pero también con la decisión de Argentina de firmar la Ruta de la Seda. Además, Alberto llega como presidente de la CELAC, que también es muy importante para China».

Sabino Vaca Narvaja entiende que Estados Unidos y China deben ser socios principales y complementarios. La visita de Alberto Fernández será en el marco de los Juegos Olímpicos de Invierno, un evento que las autoridades del país norteamericano buscaron boicotear. Dicho boicot, dice el embajador argentino, fue más que nada discursivo, ya que -si bien no enviarán dirigentes de alto nivel- Estados Unidos estará representado por una delegación en los Juegos.

Aún así, incluso en lo discursivo se detecta un tono menos belicoso respecto a años anteriores. La hostilidad de Donald Trump quedó en parte de lado. La reunión que mantuvieron en noviembre pasado Joe Biden y Xi Jinping fue tomada en China como un cambio de perfil en las relaciones y un punto de encuentro. Sobre todo -apuntó el embajador- en el tema ambiental. «Ese es el punto de unidad, el punto de división es el tema Taiwán», advirtió.

El evento congregará alrededor de 10 presidentes, casi 30 ministros de deporte y al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres. «De Latinoamérica vienen Alberto y Lasso de Ecuador. Eso también es interesante. El Chile de Piñera está queriendo profundizar el 5G, el Uruguay de Lacalle que pide TLC con China, lo mismo. Entonces hay que pensar desde otro ángulo. Acá hay países que tienen mucha relación con Estados Unidos y están avanzando con China más que nosotros. Están en la Ruta de la Seda hace años», adelantó Vaca Narvaja.

RUTA DE LA SEDA

Al ser puntualmente consultado por el beneficio concreto que traería para Argentina el incorporarse a la Ruta de la Seda, Vaca Narvaja aclaró que no es algo que pueda percibirse de manera automática. Igual juegan a favor los 50 años de relación que están cumpliendo ambos países, con un pico de acercamiento en los últimos 10 o 15 años. En ese contexto, los valores a destacar son dos. «El primer punto es que con China tenemos economías complementarias; el segundo, es que el país chino tiene un nivel de intercambio y transferencia de tecnología y un formato de cooperación que no te impone un modelo», indicó.

Y explicó: «China está interesada porque ellos tienen el tema de la seguridad alimentaria con la provisión de alimentos, de recursos estratégicos, y vos necesitás ampliar tu capacidad exportadora y necesitás infraestructura. Entonces ahí es donde el tema de ingresar a la Ruta de la Seda, que es el plan de infraestructura más ambicioso hoy de la historia de la humanidad en términos de recursos. China en su fase expansiva busca mejorar la logística para que sus productos lleguen a todo el mundo a menor costo».

Según detalló durante la entrevista, el proyecto de la Ruta de la Seda nació en la era de Xi Jinping y es un sello de su gobierno. Lo anunció en 2013 como un proyecto en la zona de Eurasia. Después, en el 2015 incorporó Oceanía y África y en el 2017 sumó a América latina como la ruta natural del Pacífico Marítima de la Ruta de la Seda. Ahí se termina de configurar como proyecto global de infraestructura.