A pocos días de haber cumplido un año al frente del Gobierno nacional, Mauricio Macri tiene varios frentes abiertos en la Justicia.
Por caso, uno de ellos es el vinculado a la investigación de los denominados “Panamá Papers”, causa en la cual tanto el juez Sebastián Casanello y el fiscal Federico Delgado aguardan recibir
informaciones desde el exterior.
Estos mismos funcionarios judiciales también llevan adelante la causa donde se investiga un presunto tráfico de influencia que denunció Elisa Carrió con el amigo personal del Presidente,
Daniel Angelici, conocido como uno de los operadores judiciales del macrismo.
Además, y en las últimas semanas, Macri sumó nuevos problemas a partir de la aparición de los nombres de sus hermanos Mariano y Gianfranco.
Ambos figuran en un informe de la Fiscalía de Hamburgo sobre firmas “offshore” que los dejó en la mira de la justicia por posible lavado.
A otro fuero
Sobre ese tema, la Proselac envió la información a Casanello y a Delgado porque los hermanos de Macri ya figuraban en los “Panamá Papers”, mientras desde el entorno presidencial se procura queel expediente sea derivado al fuero Penal Económico, ámbito en el cual se están tramitando las otras 16 causas que surgieron del informe que envió la justicia alemana.
Otro de los problemas que afronta es el vinculado a la Fundación SUMA, de la vicepresidente Gabriela Michetti, cuyo expediente avanza con pedidos de documentación en informes.
Mientras tanto, la denuncia que hicieron legisladores opositores por el decreto que permitió a los familiares de los funcionarios entrar en el blanqueo, también fue impulsada y es investigada por el juez Ariel Lijo y el fiscal Guillermo Marijuan.
