El Ministerio de Desarrollo Social tiene una preferencia por el Movimiento Evita / Barrios de Pie, que gestionan buena parte del presupuesto, por autorización del presidente Alberto Fernández, que tuvo una relación cercana con esas organizaciones, mal llamados ‘movimientos sociales’, durante la campaña de Florencio Randazzo en 2017, a quien ambos apoyaron.

La presencia del Movimiento Evita, siempre crítico de Cristina Fernández de Kirchner -ya en 2017 consideraron que estaba agotada la etapa del kirchnerismo en ‘movimiento nacional y popular’-, ha permitido un gran protagonismo de Emilio Pérsico y Fernando Navarro como administradores de recursos del Estado para atender a la asistencia social.

También son grandes adversarios de la sustitución del sistema vigente porque no les garantizaría mantener el flujo presupuestario.

Del otro lado hay otras organizaciones ‘piqueteras’ que afirman que son perjudicadas en la distribución de recursos y presionan en las calles de la Ciudad Autónoma para disputarle el control al Movimiento Evita en el día en que Pérsico y Navarro prometieron llevar su respaldo a Alberto Fernández.

Entonces, las calles de la Ciudad Autónoma se encuentran ocupadas por el Polo Obrero y organizaciones sociales afines, todas reclamantes de más participación en el presupuesto que antes tenía como firmante a Daniel Arroyo, casi un empleado de su subordinado Emilio Pérsico, y ahora Juan Zabaleta, amigo de Alberto Fernández y que integró el grupo pro Randazzo 2017 junto al Movimiento Evita.

El tema es muy interesante porque la designación de Zabaleta, hasta entonces alcalde del bonaerense municipio de Hurlingham, no fue para correr al Evita de la gestión de ‘la caja’ social sino, en todo caso, para ordenar la distribución.

Ese acontecimiento fue un momento clave en la relación entre La Cámpora y Alberto Fernández, que pasó desapercibido para muchos. Máximo Kirchner intentó que esos recursos pasaran de Arroyo y el Movimiento Evita -lejano a los K- a Andrés Larroque u otro integrante de La Cámpora pero Alberto Fernández resistió la embestida y designó a Zabaleta, quien a su vez le dejó Hurlingham a un integrante de La Cámpora.

Ese acuerdo es un ejemplo de cómo puede terminar la negociación entre Alberto Fernández y La Cámpora. Mientras tanto, el Polo Obrero está en las calles no para respaldar a CFK sino para bloquear al Evita que necesita ocupar la escena para devolverle algunos favores a Fernández y Zabaleta.

El ex gobernador, ex senador nacional, ex diputado nacional, ex intendente y ex Presidente interino, Eduardo Alberto Duhalde, advirtió el peligro de que la interna gubernamental termine en enfrentamientos en las calles. Bueno, éste es el riesgo de lo que está ocurriendo en las calles de la Ciudad Autónoma: que se crucen ambas organizaciones prebendarias, que hacen de la asistencia social una industria muy rentable.

Fuente: Urgente24.com