El Gobierno perdonó multas a las automotrices por entre 700 y 1.000 millones de dólares, que correspondían al exceso de vehículos importados hace tres años, ya que la relación entre importaciones y exportaciones (Flex) con el gigante del Mercosur fue mucho mayor a la fijada en el anterior tratado bilateral. Las multas debían pagarse después de junio de 2020.

Mientras en el viejo Pacto Automotor Común con Brasil el coeficiente del flex no debía superar 1,5 dólares, el desvío fue mayor y alcanzó 1,72 dólares. Esto significa que debían aplicarse millonarias multas para las terminales que el Gobierno decidió condonar, habiendo afectado la producción nacional de vehículos y piezas.

Sobre la postura oficial que fue encabezada por el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, desde AFAC afirmaron hace pocas semanas que «nos parece una mala señal que se condonen incumplimientos, cuando las reglas de juego estaban muy claras para todos los operadores».

Añadieron que «entendemos que fue fruto de una negociación difícil, pero es una mala señal desde el punto de vista de la seguridad jurídica haber cambiado las reglas de juego».

Por cada dólar exportado a Brasil, se podía importar u$s1,5 de productos automotrices (vehículos y autopartes), con derechos de importación del 0% y viceversa en el caso de Brasil. En el primer año del acuerdo, el «flex» fue u$s1,71; el segundo año, u$s2,16; el tercer año (julio 2017 a junio 2018), u$s2,11; y recién con el derrumbe industrial el coeficiente bajó, pero alcanzando un promedio de u$s1,72.

Desde junio de 2018, la caída de las importaciones argentinas y una ligera recuperación de las exportaciones dieron lugar a que el coeficiente del flex del período julio-noviembre se sitúe en u$s1,08. Es decir, que debido a la aguda recesión económica del país y no a un mayor compromiso de las automotrices, el flex bajó.

Fuente: iProfesional