Este lunes (1/10) empieza la gestión de Carlos Rosenkrantz al frente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, de donde desbancó al ahora expresidente Ricardo Lorenzetti en una votación inesperada donde fue decisivo el voto de Elena Highton de Nolasco, quien desde entonces quedó como titular interina del cuerpo por su cargo de vicepresidenta.

La era Rosenkrantz empieza con un escándalo que podría escalar aún más: la posibilidad de que la hija de Highton de Nolasco logre el ascenso que su madre no consiguió por parte de Lorenzetti o reciba un nuevo cargo.

Cabe recordar que el 9 de diciembre de 2015 la jueza logró que Lorenzetti, Maqueda y Fayt apoyaran el nombramiento de su hija Elenita Nolasco en la Secretaría Judicial de Relaciones de Consumo de la Corte, una secretaría ideada por la propia Highton de Nolasco. Allí llegó tras haber sido nombrada dos años antes como secretaria letrada.

En el ranking de fallos dictados por la Corte en 2016, la secretaría del Consumidor fue una de las que menos incidió.

El cargo de Elenita es equiparable en jerarquía y sueldo al de un camarista. Antes de ser designada, durante casi diez años fue secretaria letrada de la vocalía de Ricardo Lorenzetti.

Cuando los jueces nombraron a Elenita, recibieron una denuncia penal por violar el decreto ley que prohíbe a los jueces nombrar parientes directos como secretarios o prosecretarios. El abogado Patricio Kingston les hizo la demanda, a Elenita incluida.

El tema de la hija de Highton reapareció tras la elección de Rosenkrantz como presidente de la Corte. Se dice en tribunales que Lorenzetti se negó a ascender a Elenita a la Secretaría General de la Corte y eso le habría costado el voto negativo a su continuidad por parte de su madre.

Con Rosenkrantz en la Presidencia desde el 1ro de octubre, surge la expectativa por el futuro de Elenita.