Por Mariana Reinke para La Nación

“En los próximos 40 años vamos a tener que producir más comida que en los últimos 8000 años”. Ese fue uno de los conceptos destacados por el argentino Juan Luciano, CEO global de ADM, durante su exposición, sobre el futuro de la globalización y su impacto en el comercio agroindustrial, en una nueva edición de Experiencia IDEA Agroindustria, realizado en la ciudad de Rosario.

Desde los Estados Unidos, a través de la plataforma zoom, el ejecutivo señaló que el desafío del sector será optimizar tres ejes: la sustentabilidad, la salud y bienestar y la seguridad alimentaria.

Describió que luego de la pandemia y de la invasión de Rusia a Ucrania las cadenas de suministro han alimentado la inflación estructural a través de mayores salarios, mientras que las empresas comenzaron a hablar de traer sus inversiones más cerca de su control, generando más empleo doméstico, una suerte de “regionalización, dejando de lado la globalización”. Sin embargo, señaló que es muy difícil que esta última desaparezca.

“La globalización podrá cambiar, evolucionar pero no desaparecer. Es muy difícil cambiar estas cadenas de producción que se construyeron y perfeccionaron durante años”, dijo y puntualizó que “mientras la globalización mejoró la calidad de vida de mucha gente, la clase media no vio los mismos resultados, por lo que los gobiernos deben prestar más atención en estos aspectos; esta globalización está entrando en una nueva era”.

En cuanto a la Argentina, explicó que el mundo necesitará más alimentos mientras las tierras son las que hay. “Hay países como China que tienen 22% de la población mundial, el 6% del agua y el 8% de la tierra y, hay países como la Argentina que tiene 40 millones de habitantes y puede producir comida para 400 millones de personas. Un gran porcentaje del humus del mundo lo tiene la Argentina”, indicó.

En este sentido, dijo que, por un lado, la globalización va a seguir existiendo si no “vas a tener una migración de gente a venir a comer a la Argentina” y, por otro, destacó que “la oportunidad del país es fantástica en un mundo que necesita más alimentos, más combustible, más minerales”.

“La Argentina está dotada, aunque a veces desafortunadamente dotada, que hace que se confundan las prioridades de cómo explotar esa dote. Por eso, es importante la inversión en infraestructura y logística, Nosotros sabemos que tranqueras adentro el chacarero argentino es el más productivo del mundo pero de las tranqueras para afuera perdemos eficiencia”, afirmó.

Contó que en los Estados Unidos envían barcazas al través del río Misisipi a puerto con granos de soja donde una embarcación son 70 camiones.

Comparación

“Nosotros ponemos 30 o 40 barcazas juntas que lo llevamos con un remolcador, eso es como nueve canchas de fútbol que vienen bajando del Misisipi con soja. Ese remolcador empuja esas barcazas 250 millas con un galón. Ese soja cuando salió de Iowa no fue tan productiva como la del chacarero argentino pero, cuando llegó a puerto el producto americano es más barato que el argentino”, describió.

Como mensaje final, Luciano dijo: “Sigan invirtiendo. Las oportunidades de la Argentina son muchísimas, no la dejemos pasar”.

Luego, en el panel sobre Geopolítica de Alimentos se habló sobre las perspectivas para los precios de las commodities tras el shock de oferta que significó la guerra en Ucrania.

“Tras la invasión rusa en Ucrania salta a la vista la necesidad de cortar ciertas dependencias de abastecimiento de recursos con otros países. En la Argentina tenemos necesidades de infraestructura y energía. Sin energía a un costo lógico el país no sale adelante”, sostuvo Gonzalo Ramírez Martiarena, CEO de Swiss Pampa SA.

En esa línea, Jairo Trad, CEO y cofundador de Kilimo, destacó que para combatir el cambio climático “los servicios ecosistémicos no solo representan una oportunidad económica sino que son una herramienta para transformar de forma estructural a la agricultura y la Argentina tiene claramente una oportunidad única en ser partícipe de eso”.

Gustavo Idígoras, de Ciara-CEC; Mariano Bosch, de Adecoagro, y Víctor Accastello, subgerente general de ACA Gza. IDEA

Por último, Mariano Bosch, director de IDEA y cofundador y CEO de Adecoagro, indicó que, como agroindustria, se tiene que tener en claro hacia dónde se quiere llegar. “Si no nos ponemos de acuerdo nosotros como sociedad, los políticos tampoco. Debemos pensar en el largo plazo empleando políticas y herramientas que estén integradas al escenario mundial”, aseguró.