Por Jeremias Drobot

Damián Verzeñassi es médico legista y dirige el Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario. Hace 10 años, haciendo muestreos con sus alumnos, comenzó a estudiar las alteraciones producidas por los agroquímicos entre los vecinos de varias poblaciones del sur de Santa Fe rodeadas de agricultura extensiva. Dice que pera él fue una sorpresa identificar que el perfil epidemiológico de dichas pueblos eran similares, pero distintos al promedio de la población nacional.

“Estuvimos en los poblados de menos de 5 mil habitantes del Departamento de General López, rodeados de cultivos de soja transgénica y uso de agrotóxicos, y la gran mayoría de los vecinos nos decían que identificaban las fumigaciones cerca de sus casas”, contó Verzeñassi en Bichos de Campo.

En ese trabajo, que fue embrionario de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados y otros movimientos locales de lucha contra el uso de agroquímicos, “empezamos a identificar problemas crónicos que estaban vinculados sobre todo a alteraciones endocrinas. Estudios comprueban que la atrazina, el glifosato más sulfactantes, el dicamba y 2,4 D -todos muy utilizados en dicha zona- estaban asociados a alteraciones de la glándula tiroides”, identificó el médico.

“Y eso que todavía hay muy pocos estudios acerca de los sinergismos producto del uso de dichos químicos combinados, que es como se usan hoy en el campo”, agregó.

Aquí la entrevista completa con Damián Verzeñassi:

El médico y docente mencionó que, además de las alteraciones endocrinas encontradas, identificaron en las poblaciones evaluadas incrementos de malformaciones congénitas, abortos espontáneos en repetición y casos de cánceres relacionados al linfoma no Hodking y leucemia.

“Además están los estudios de Andrés Carrasco (un científico del Conicet) con el glifosato en los invertebrados y su efecto sobre el ácido retinoico en las enzimas COX”, agregó.

-¿Y cuales serían las culpas concretas del glifosato?

-El glifosato per se, es un disruptor endocrino que interfiere en los mecanismos de limpieza de los errores de transcripción celular, aquellos que ocurren continuamente cuando las células se duplican. En un organismo sano esos errores se limpian por la misma capacidad del sistema inmunológico sano, pero cuando está enfermo esos errores terminan formando células anómalas, cánceres- explicó el médico.

El profesional cree que la intensa “propaganda” que intenta ubicar al glifosato como un producto amigable o de banda verde (la menos tóxica de todas), fue fruto de la corrupción entre los organismos reguladores y la propia Monsanto, empresa que en 2018 pasó a pertenecer a la alemana Bayer. “Se revelaron mails intercambiados entre genta de la EPA (Agencia de Protección Ambiental estadounidense) y altos ejecutivos de Monsanto donde los de la EPA sugerían recibir un premio por ocultar la información de que el producto era dañino para la salud”, aseguró Verzeñassi.

“Los juicios que pierde Monsanto (y que ahora Bayer intentará cerrar con una cifra multimillonaria) son por eso: por ocultar la información de que su producto era cancerígeno y no tanto por el daño causado en la gente en sí. De hecho el jardinero californiano Dewayne Johnson, desarrolló el linfoma no hodking y lo sobrellevó”, informó Verzeñassi.

Para Verzeñassi es siempre el Estado quien debe mediar entre los intereses de las grandes compañías y las poblaciones. Según él, existe en la mayoría de los países cierta “concesión y complicidad para con los grandes intereses en detrimento de las grandes mayorías”.

-Pero hay muchos productores o aplicadores que declaran que han usado el agroquímico durante años y no les pasó absolutamente nada…

-El año pasado salió un estudio con mamíferos expuestos a las dosis utilizadas en el campo hoy de glifosato más sulfactantes, y ni a éstos ni a sus crías le aparecían diferencias significativas en la salud sino que era a la tercera generación a la que le aparecían dificultades endócrinas: obesidad, alteraciones de la glándula tiroides, más alteraciones hepáticas y hasta cáncer de colon- replicó el médico.

Damián se mostró muy desconfiado a los avances que puedan surgir de la industria de los agroquímicos. “Si los que ahora nos vienen a ofrecer soluciones son los mismo que antes nos ofrecieron el endosulfán, DDT y nos dijieron que la Revolución verde iba a acabar el hambre en el mundo; no les puedo creer”, explicó el profesional, que al final de la entrevista dejó ver con claridad una veta a favor de la denominada agroecología.

“Para mí debe replantearse todo el modelo productivo y tender hacia producciones agroecológicas con productos de cercanía”, indicó.

Fuente: https://bichosdecampo.com/