El mes de octubre resulta muy profético para los cristianos de esta era, debido a que el 13 de octubre de 1884, el Papa León XIII tuvo la visión de que Jesucristo dio a Satanás 100 años del mayor poder, aceptando el desafío de que podía destruir la Iglesia y su amor a Dios.
Treinta tres años más tarde, un 13 de octubre de 1917, se produjo el Milagro del Sol en Fátima. Dando paso a la aparición de Nuestra Señora de Akita en Japón el 13 de octubre de 1973.
En octubre del 2023 se cumplen los 50 años del último mensaje de Akita, el cual resulta apocalíptico, y se le considera parte del tercer «Secreto de Fátima».
La virgen de Akita dio un mensaje al Padre Oliveira de Brasil, sobre sucesos que vendrían precisamente en octubre del 2023, diciendo que además dará un signo el 13 de octubre.
El 13 de octubre de 1973 Nuestra Señora de Akita dio su último mensaje diciendo: «Si los hombres no se arrepienten y mejoran, el Padre infligirá un castigo terrible sobre toda la humanidad».
Según contó el Padre Oliveira, durante la aparición la Virgen de Akita le dijo al cura que la «Gran Tribulación» será más grande que el diluvio, habló de que descenderá fuego del cielo, y le contó las desgracias que sucederán. La virgen manifestó que el recurso de defensa será el Rosario y confiar en ella como protectora. También, pidió rezar por el Papa, los obispos y los sacerdotes.
Última aparición de la Virgen a través de Fátima
Durante el transcurso de la primera semana de junio de 2023, el Padre Oliveira había sentido la compañía de la Virgen María en las misas que celebraba. A raíz de ello, tuvo varias intuiciones místicas durante ese período, sintiendo que estaba a punto de recibir una nueva revelación.
A lo cual, el 17 de junio de 2023, alrededor de las 3 de la madrugada, sintió que debía dirigirse a la capilla. Se sentó ante la imagen de Nuestra Señora de Fátima y empezó a recibir una locución interior que escribió en su cuaderno.
En ese momento, la Virgen le profetizó que en octubre de 2023 se iniciará el período de la «Gran Tribulación» anunciada en sus apariciones. Predijo el avance del conflicto, nuevas catástrofes de la naturaleza, enfermedades físicas y males espirituales.
Además la Virgen, exhortó a tener valor, coraje, y a confiar en ella, porque tal como estuvo junto a Su hijo durante la Pasión de la Cruz, así estará con los cristianos durante esta «Gran Tribulación».
