El papa Francisco irá a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur en la primera semana de julio, en un viaje que estará marcado por sus encuentros con víctimas de las guerras civiles y por el ecumenismo y el diálogo con otras Iglesias cristianas no católicas.

En un viaje en el que dará 12 discursos en seis días, Jorge Bergoglio, de 85 años, afrontará 15.800 kilómetros en su primera salida de Roma desde que un fuerte dolor en la rodilla derecha lo obliga a movilizarse en silla de ruedas o ayudado con un bastón.

En la República Democrática del Congo, donde estará del 2 al 5 de julio, el Papa visitará las ciudades de Kinshasa y Goma, mientras que en Sudán del Sur concentrará las actividades en la capital Giuba entre el 5 y el 7 de julio.

En Congo, una de las partes centrales será el encuentro que tendrá el lunes 4 con un grupo de víctimas de la guerra civil que afecta a la nación africana.

La República Democrática del Congo, el segundo país más grande de África, desde hace más de 25 años enfrenta ataques de las Fuerzas Democráticas Aliadas, grupo extremista que en 2019 juró lealtad al Estado Islámico en África Central. Según estimaciones, el conflicto congoleño causó unos 2.500 muertos solo en 2021.

La última visita de un pontífice a la capital congoleña Kinshasa fue en agosto de 1985, cuando el entonces Papa Juan Pablo II permaneció dos días en ese país, que entonces se llamaba Zaire.

La gira del Papa por África iniciará del 2 al 5 de julio en RDC y luego llegará a Sudán del Sur, en donde se quedará hasta el 7 de ese mes.

En Sudán del Sur, el Papa también abordará el tema de las consecuencias de las guerras civiles y se reunirá con un grupo de desplazados en la mañana del miércoles 6.

A Sudán del Sur, país de mayorías cristianas no católicas, el Papa irá acompañado en ese marco por el arzobispo de Canterbury, el líder anglicano Justin Welby, y el responsable de la Iglesia de Escocia, Jim Wallace.

En el denominado «País más joven del mundo»; el Papa tendrá una agenda de fuerte sentido de diálogo con los cristianos al punto que, en la tarde del miércoles 6, encabezará una oración ecuménica con Welby y Wallace en la capital.

Además de las actividades centradas en las víctimas de las guerras y ecuménicas, en los dos países, como es habitual, tendrá encuentros con autoridades políticas, diplomáticas y religiosas.

En 2019, Francisco dio un fuerte gesto de apoyo al proceso de pacificación en Sudán del Sur al recibir a los líderes de los dos grupos enfrentados en la nación, a quienes convocó a ser «artesanos de la paz, en un espíritu de fraternidad y solidaridad con cada miembro de nuestro pueblo», y, tras besarles los pies, había manifestado su deseo de visitar el país africano si se estabilizaba la situación política.

El de julio será el segundo viaje del año para Francisco, tras la visita de dos días que hizo en abril a Malta, y antes de la ida a Canadá prevista del 24 al 30 de julio.

La última visita del Papa a África fue en 2019 con un viaje a Mozambique, Madagascar y Mauricio.