El Papa recibió este lunes en el Palacio Apostólico a un grupo de mujeres salidas de la mafia acompañadas por el padre Luigi Ciotti a quienes animó a seguir adelante, permaneciendo firmes al lado de Jesús en los momentos de miedo y desconcierto.

Son mujeres que han decidido cambiar de vida y salir de aquellos «contextos contaminados por la criminalidad mafiosa» en los que nacieron y crecieron, aquellas a las que el padre Luigi Ciotti acompañó esta mañana en audiencia con el Papa. En la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico, Francisco les dio una calurosa bienvenida.

Francisco recordó asimismo que «entre los discípulos de Jesús había también algunas mujeres», no perfectas, «como los hombres», «probadas por la vida» o «contagiadas» por el mal. Mujeres, explicó el Papa, a las que Cristo «acogió con compasión y ternura y las curó» y que «hicieron con Él el camino de la liberación», «precisamente caminando con Él y con los demás discípulos».

Por último, a las mujeres que han abandonado con coraje y determinación la mentalidad mafiosa, Francisco les aseguró su cercanía con la oración, también por sus seres queridos y, especialmente, por sus hijos.