El Vaticano abrió este domingo a turistas y fieles de todo el mundo la posibilidad de visitar la tumba de Benedicto XVI, el papa emérito entre 2013 y el 31 de diciembre de 2022, cuando falleció a los 95 años.

La tumba de Joseph Ratzinger, en uno de los subsuelos de la Basílica de San Pedro, se abrió a visitantes a las 9 de Roma (4 de Argentina), con una afluencia normal de público.

El cuerpo de Benedicto XVI fue depositado el jueves pasado en la tumba en la que ya estuvo su antecesor Juan Pablo II, luego del funeral en su honor presidido por el papa Francisco.

Dentro de la tumba, Ratzinger fue enterrado en un triple ataúd de ciprés, zinc y roble, en el que fue puesto junto a un pergamino en latín con un resumen de su pontificado y con las medallas y monedas acuñadas por la Santa Sede durante el tiempo que fue Papa en funciones, desde su elección en abril de 2005 a su renuncia en febrero de 2013.