El papa Francisco pidió terminar con «las políticas económicas que favorecen riquezas escandalosas para unos pocos» y convocó a adoptar estilos de vida «que impliquen menos desperdicio y menos consumo innecesarios» como parte de la lucha por el ambiente.

«Contribuyamos al flujo de este potente río transformando nuestros estilos de vida», pidió el pontífice en el mensaje que divulgó este jueves con motivo de la Jornada de Oración por el cuidado de la creación, que se celebra el próximo 1 de septiembre.

«A partir de la grata admiración del Creador y de la creación, arrepintámonos de nuestros pecados ecológicos, como advierte mi hermano, el Patriarca Ecuménico Bartolomeo», sostuvo luego Francisco en el texto dado a conocer en el día del octavo aniversario de su encíclica Laudato si’, dedicada a la ecología integral.

Para el Papa, «estos pecados dañan el mundo natural y también a nuestros hermanos y a nuestras hermanas».

«Con la ayuda de la gracia de Dios, adoptemos estilos de vida que impliquen menos desperdicio y menos consumo innecesarios, sobre todo allí donde los procesos de producción son tóxicos e insostenibles», planteó en ese marco.

En su mensaje, Francisco llamó a «estar lo más atentos posible a nuestros hábitos y decisiones económicas, de modo que todos puedan estar mejor: nuestros semejantes, donde quiera que se encuentren, y también los hijos de nuestros hijos».

Así, el pontífice llamó a tomar «decisiones positivas, haciendo un uso lo más moderado posible de los recursos, practicando una gozosa sobriedad, eliminando y reciclando los desechos y recurriendo a los productos y a los servicios, cada vez más disponibles que son ecológicamente y socialmente responsables».

De todos modos, el pontífice agregó luego que «para que el río poderoso siga fluyendo, debemos transformar las políticas públicas que gobiernan nuestras sociedades y modelan la vida de los jóvenes de hoy de mañana».

«Las políticas económicas que favorecen riquezas escandalosas para unos pocos y condiciones de degradación para muchos determinan el final de la paz y la justicia», reclamó.

Por otro lado, el Papa recurrió a su encíclica de 2015 para recordar que «es obvio que las naciones más ricas han acumulado una deuda ecológica», y sostuvo que los líderes de la próxima cumbre ambiental Cop 28 «deben escuchar la ciencia e iniciar una transición rápida y equitativa para poner fin a la era de los combustibles fósiles».