Doctores, enfermeras, trabajadores sociales y especialistas en toxicomanía, se reunieron el pasado 1º de noviembre en la Universidad Xavier, de Cincinnati, Ohio, en una conferencia durante la que trataron sobre la destrucción de toda una generación de niños, que nacen adictos a la heroína, o que tienen vidas caóticas porque sus padres son adictos a esa droga o a los analgésicos derivados del opio.

Este alarmante panorama lo describe en un informe especial la agencia Associated Press, en el cual afirma que la “epidemia” de heroína ha devastado a Ohio, otrora un Estado industrial, que el año pasado tuvo un aumento del 20% en las muertes por sobredosis de ese estupefaciente, con un total de 3050 muertes. Paralelamente, la Asociación Pública de Servicios Infantiles de esa ciudad informó que durante los últimos 7 años, hubo un aumento de 19% en el número de niños puestos bajo custodia, debido en gran medida a la adicción de sus padres a la heroína y a los analgésicos derivados del opio.

Paradigma

Por otro lado, está el caso paradigmático de Huntington, Virginia Occidental, que fue alguna vez un próspero centro de la industria del carbón. La CNN informó que uno de cada 10 bebés que nacen en el Hospital Cabel, de Huntington, es adicto a algún tipo de droga; o sea, 15 veces el promedio nacional. Dos docenas de bebés adictos son tratados en la unidad terapéutica de recién nacidos del hospital, 12 niños más del número para el que fue construido originalmente.

Según también la agencia Associated Press, la doctora Kathy Wedig, médica neonatóloga en el Children’s Hospital de Cincinnati, informó en la conferencia que los problemas físicos de los recién nacidos adictos y el caos que enfrentan los hijos de padres adictos, en conjunto, implica que estos niños «no pueden tener lo que nosotros consideramos una niñez normal».

Aumenta la gravedad de los casos

La doctora Jennifer Bowden, siquiatra de niños, por su parte informó acerca de lo que calificó como considerable aumento tanto en la cantidad como en la gravedad de los casos de niños que sufren de lo que ella llama «estrés tóxico», causado por haber sido expuesto a un trauma y a la negligencia relacionada a la adicción de sus padres. El estrés tóxico afecta negativamente el desarrollo físico, emocional, social y del lenguaje de un niño, y lleva a peligros de salud muy graves en el futuro.

Falta de discusión

Otra agencia de noticias, la CBS News, cita a Sam Quiñones, autor del libro Dreamland: The True Tale of America’s Opiate Epidemic (Mundo de ensueño: la verdadera historia de la epidemia de los opiáceos en Estados Unidos), que fue publicado en abril del 2015, en el cual señala la absoluta falta de discusión seria en la campaña presidencial de este año, sobre la epidemia de heroína o la adicción a las drogas derivadas del opio. Esta cuestión sale publicada en los medios de comunicación de todo Ohio, según afirmó Quiñones. Los grandes anuncios en las carreteras promueven Narcan, el antídoto a la sobredosis de heroína. “La gente de los medios –agrega- cubre detalles extraños que no tienen importancia alguna en la vida de la mayoría de los estadounidenses. Pero nadie se ha tomado el tiempo para hablar de la epidemia de los opiáceos».

En un acto de campaña en el que habló recientemente Obama en Cleveland, dijo la CBS, una mujer se sentó en la primera línea cerca del presidente, mostrando una fotografía de un familiar muerto, y cada vez que Obama se callaba, ella gritaba, «¿Y qué hay sobre la heroína?». Obama nunca le respondió ni mencionó el problema de la drogadicción ni una sola vez en su discurso.