Por Candelaria de la Cruz

Robos, vandalismo, suciedad, problemas edilicios y falta de mantenimiento es la realidad del Cementerio El Salvador. La muerte de un allegado es siempre doloroso y más aún si el lugar donde descansan sus restos se encuentra en un completo abandono.

Profunda es la preocupación y la indignación que genera el estado de este cementerio:”Esto es una vergüenza” manifestó un hombre al salir y afirmó que “el deterioro es cada vez peor”.  A la mugre en los pasillos se le suma la falta de agua – si es que hay canillas-, el robo de manijas, placas, estatuas en los panteones y nichos, escrituras y manchas de pinturas; además de los problemas edilicios como humedad y roturas transformándose en un riesgo para muchos.

Otro de los inconvenientes con los que tienen que lidiar quienes visitan El Salvador es la falta de baños. “Hace 10 años que tengo a mi papá en un panteón aquí y soy testigo de que el baño nunca funcionó”, contó una joven consultada por Conclusión. cementerio-16

En una recorrida por el cementerio se pueden ver dos realidades, la zona de “los fonavis” como lo llaman los trabajadores de allí, que son grandes edificios nuevos con nichos y cada uno de ellos con una vigilancia en su interior y la zona que se encuentra al aire libre –la más antigua- que muestra una contracara escabrosa.

Trabajadores del lugar también mostraron su descontento con la situación en la que se encuentra el cementerio. “Acá es un descontrol, cualquiera entra y hace lo que quiere”, señaló un trabajador que prefirió resguardar su identidad.

Según indicó el hombre, las encargadas de realizar el mantenimiento del lugar son empresas contratadas por la municipalidad pero que “el número de personas que trabajan allí no es suficiente para todo el predio”.

“Para el mantenimiento hacen falta por lo menos 15 personas, hoy somos 5 y es imposible poder con todo”, afirmó y agregó: “La plata para contratar más gente está, pero prefieren quedársela ellos”. cementerio-19

Por su parte, otro trabajador del cementerio -quien deja su puesto para que con un bidón los familiares puedan obtener agua- contó: “Lo del agua viene desde hace rato y la falta de canillas se debe a que se las roban y la municipalidad ya no las repone”, otorgando otro relato desalentador.

La responsabilidad es de todos…

El Salvador es conocido como un cementerio monumental ya que está regido por influencia de tradiciones arquitectónicas y urbanísticas europeas. Abriendo sus puertas el  7 de julio de 1856, actualmente cuenta con unas 5 hectáreas comprendidas por las calles Ovidio Lagos, Avenida. Pellegrini, Avenida. Godoy y Avenida Francia, donde se emplazan más de 50.000 tumbas.

En este predio, desde finales del siglo XIX se popularizó la construcción de panteones familiares de gran valor arquitectónico. De esta forma, la necrópolis cuenta con un patrimonio artístico, histórico y cultural sumamente interesante.

Quien supo aprovechar la riqueza de estas obras monumentales es el artista rosarino Dante Taparelli, que en sus recorridas nocturnas muestra la importancia de este patrimonio histórico en el centro de la ciudad.

Consultado sobre el estado del cementerio Taparelli pidió por la importancia de “que la sociedad se haga cargo del patrimonio cultural”.

«Esto depende de la responsabilidad civil de mucha gente que tiene sus muertos allí»

“Los usos y costumbre han hecho que la gente deje de ir a los cementerios y los abandone. Yo creo que si bien hay una responsabilidad del estado, hay un 70 por ciento de responsabilidad civil. Yo no creo que tenga que ver solo con el robo de una placa de bronce o cosas así, hay depredgación en el cementerio y allí se roban las obras de artes y no son justamente los pobres, lo roba la gente que sabe realmente el valor que tienen las esculturas, los candelabros y todo lo que rodea a un panteón de muchísimos años como los que hay en el Salvador”, expresó el artista.

Y agregó: «Yo creo que una sociedad como la nuestra en la cual predomina el `arreglese quien pueda´, la mayor forma de cuidar lo nuestro es hacerles creer que ese patrimonio les pertenece. Si se rompe o lo roban te lo robaron a vos, entonces, es una responsabilidad civil”. cementerio-13

Es imposible no reconocer que en el cementerio tal como afirma Taparelli hay una cantidad de obras de un valor incalculable y que la significación simbólica de ellas es indudable, sin embargo, el abandono por parte de los ciudadanos es cada día mayor.

“Hay obras de valor incalculable, hay obras de todo el mundo pero la gente abandona al cementerio. La realidad es que tenemos un lugar hermoso y con un valor simbólico importantísimo, tenemos grandes artistas que en algún momento han dejado relatos maravillosos”, remarcó.

Finalmente, el artista y guía de las visitas, pidió que se invite a la gente a participar del “simbolismo que ofrece el cementerio”. “Cuando no se abandona, no se roba”, concluyó.