El sindicato de la mina chilena Escondida, el mayor yacimiento de cobre del mundo, decidió este jueves poner fin a la huelga de 43 días con el compromiso de extender el actual convenio colectivo, ante la imposibilidad de llegar a un nuevo acuerdo con la empresa, informaron los trabajadores.

«Con esta decisión, se fuerza un contrato colectivo por 18 meses, contados del 1 de febrero de 2017, debiendo iniciar una nueva negociación el 1 de junio de 2018″, asegura el sindicato en un comunicado.

La decisión se oficializará este viernes «para eventualmente tomar funciones el 25 de marzo de 2017», agrega la nota.

Con esta salida, el sindicato quiere asegurarse de que en la negociación se mantendrán los actuales derechos adquiridos, tal como lo contempla la nueva reforma laboral que entrará en vigor en abril y que establece como piso mínimo los beneficios negociados anteriormente.

«Hemos resguardado así el futuro de las nuevas generaciones de trabajadores de esta empresa», asegura el sindicato, que reúne a unos 2.500 trabajadores.

Poco antes, la dirección de la Minera Escondida, controlada por la angloaustraliana BHP Billiton, había anunciado la «disolución de la mesa negociadora», dando por finalizadas las negociaciones con la organización gremial de la mina responsable del 5% del cobre mundial y le daba plazo hasta el 28 de marzo para aceptar o rechazar la última propuesta.

«Sabemos que no es bueno para nadie y sería un escenario complejo», había dicho más temprano el presidente de Minera Escondida, Marcelo Castillo, sobre la posibilidad de que los trabajadores de la mina optaran por prolongar el actual convenio colectivo, tal y como prevé la ley laboral chilena.

Esta es la primera vez que un conflicto de la gran minería se resuelve de esta forma.

La angloaustraliana ofrecía un bono de término de huelga de 11,5 millones de pesos para cada trabajador, unos 17.400 dólares, frente a los 39.000 que reclamaban los trabajadores, así como mantener las mismas condiciones del convenio colectivo que expiró el 31 de enero.

Para los huelguistas, la oferta de la minera no atendía sus demandas, en particular, la de no diferenciar las remuneraciones y beneficios para los trabajadores nuevos ni mantener los actuales beneficios, como salud, indemnización por años de servicio y bonos fijos y variables.

Gustavo Lagos, profesor de Minería de la Universidad Católica, aseguró a la AFP que la solución adoptada por los trabajadores es lo «peor que podría pasar, porque va a haber 18 meses de muy malas relaciones» entre trabajadores y empresa, lo que sin duda «afectará a la producción». Aunque, agrega, esta solución podría «enfriar un poco la cabeza y negociar sobre bases más racionales».