por Florencia Vizzi

Este jueves a la madrugada se produjeron disturbios en la Unidad Penal Nº 5, donde funciona la Cárcel de Mujeres. Las internas de la planta baja denunciaron una brutal represión que se produjo luego de una requisa, en la cual participaron las Tropas de Operaciones Especiales y que incluyó golpes y el uso de gas pimienta, en una sección en la cual se se encuentran alojados alrededor de siete niños.

Según las fuentes a las que accedió Conclusión, la refriega comenzó alrededor de las 20 del miércoles y se extendió hasta la madrugada, cuando el Servicio Penitenciario inició una requisa de sorpresa en la planta baja del penal. Durante la misma los oficiales habrían encontrado un teléfono celular y ante la reacción de las internas cuando se los sacaron comenzó una represión en las que participaron las Tropas de Operaciones Especiales. «Le pegaron a cuatro chicas, tiraron gas pimienta y estaban todos los menores acá abajo», relató una de las internas. «Le pegaron a las chicas, las sacaron desnudas y las trasladaron, no sabemos donde. Además, no dejan entrar a nuestras familias».

«Nos pegaron con cachiporras, con una violencia tremenda, a una de las chicas, le dieron la cabeza contra la pared y la sacaron desmayada. Otra de las chicas está con muletas y se la llevaron arrastrando y le dieron la cabeza contra el piso. Todo esto por un celular», reveló la mujer en su relato.

En tanto, este medio intentó comunicarse con autoridades de la Unidad Penal Nº 5 pero, en diálogo con Conclusión, la oficial Gabriela Sierrano manifestó no estar autorizada para dar ningún tipo de información e informó que tanto la directora como la subdirectora del penal «se encontraban reunidas».

Por su parte, desde el Ministerio de Seguridad negaron la gravedad de los hechos y sostienen que las Tropas de Operaciones Especiales no intervinieron. La versión oficial da cuenta de que «unas internas incendiaron algunas cosas en disconformidad con unos traslados a otra Unidad de Detención. La situación fue controlada, una de las guardias terminó golpeada pero nada de gravedad».

Desde la ONG Mujeres tras las Rejas, en cambio, ponen el acento en que «no se trató de un motín». «Un motín es algo que inician las personas privadas de la libertad desde adentro de la cárcel. Esto es una acción represiva que desata una situación de violencia institucional, porque no es una requisa común. Es decir, es común que haya requisas de sorpresa y a la madrugada. No es habitual que ingresen con fuerzas especiales, eso ya tiene otras motivaciones, porque una acción represiva siempre tiene como intencionalidad producir la reacción del otro para tener el derecho de reprimir», enfatizó Graciela Rojas, presidenta de la organización que, a diario, realiza todo tipo de gestiones y actividades tras los muros.

«En la planta baja hay siete menores, desde bebés de pocos meses hasta de cuatro años, y alrededor de 15 internas, detalló Rojas y volvió a subrayar que «decir que fue un motín no se corresponde con la verdad».