Por Ariana Robles 

Hacer una lista de los síntomas y apretar “enter” para ver qué sale. Ingresar en Google los resultados de un análisis clínico para descifrarlo.  Volver del médico con un diagnóstico y entrar a Internet para saber de qué se trata. Hoy, esas actitudes marcan que el buscar información de salud en Internet es un fenómeno muy «común» que no para de crecer.

Es que Google parece ser el nuevo doctor virtual que postula una oferta inmejorable: está en casa, atiende las 24 horas y basta con escribir algunas palabras para encontrar la respuesta a cualquier molestia. Asimismo, los sitios son infinitos: blogs, redes sociales, noticias sobre salud, foros, etc.

Por tal motivo, y para tener un panorama local, Conclusión dialogó con algunos especialistas para ver qué es lo que sucede en la actualidad con esta problemática.

«Las personas con frecuencia temen lo peor cuando se trata de su propia salud, por eso es una de las mayores preocupaciones que siempre tienen. Ante los mínimos síntomas, “las personas sobreestiman sus propias probabilidades de contraer enfermedades graves en comparación con las otras personas», expresó en diálogo con Conclusión, Graciela Martínez, médica de cabecera de Pami y psiquiatra infanto-juvenil.

Según los datos que muestra Google, el 1% de las búsquedas en su sitio están relacionadas con síntomas. El porcentaje representa más de 3000 millones de búsquedas generales por día en todo el mundo. Asimismo, el contenido que circula en Internet sobre temas relacionados a la salud, puede ser difícil de comprender y puede llevar a que personas con síntomas leves sientan miedo y lleguen a pensar que padecen enfermedades, que muchas veces no contraen.

«Internet es una maravilla y uno se puede nutrir de los conocimientos más significativos, pero en ese contexto,  la tendencia  a buscar información se ha instalado en muchas personas y el tema de la salud también aparece», destacó en diálogo con Conclusión, Ernesto Rathge, médico psiquiatra y especialista en Psicoterapia.

«En relación a las búsquedas que las personas realizan en la web, señaló que  «el problema es que en su afán de ver que les ocurre, por ahí obtienen interpretaciones que no son las más adecuadas y  se cargan de angustia inútilmente», agregó el doctor.

«A veces buscan una solución mágica sobre que lo que tienen y la mayoría de las veces no hay una base científica que los apoye. No hay una respuesta inmediata, depende de cada tratamiento y cada persona», señaló Martínez. «El riesgo es confundir las medidas terapéuticas y ponerse en riesgo asimismo o a un familiar, como así también descreer del saber del médico», resaltó.

Perfiles 

Según los especialistas consultados, en Rosario, los pacientes que acuden a los consultorios por algún síntoma o enfermedad y, además, con algún diagnóstico previo buscado por la web son las mujeres mayores de 40 años, madres jóvenes y adolescentes varones.

En tanto, la Dra. Martínez, remarcó que las personas que realizan este tipo de búsquedas son “personas que tienen algo de ansiedad” y poseen “esa necesidad de saber con anterioridad lo que tienen”. “El perfil hipocondríaco es un poco más patológico porque creen que cualquier síntoma es sinónimo de una enfermedad grave”, agregó.

Asimismo, en diálogo con Conclusión, Rathge señaló que «la ansiedad es algo que se ve en  el perfil de todos esos casos», pero que «no trataría de darle ninguna condición patológica. «Si debe regirse siempre la prudencia y en eso el médico tiene la posibilidad de orientar», manifestó.

Riesgos de la Web

Los peligros de dejarse llevar por la corriente informativa virtual son muchos, entre ellos quedar atrapado en informaciones difusas o caer en la automedicación.

“Estas prácticas pueden llevar a la automedicación farmacológica -donde interviene otro factor que  son las farmacias, que acceden a vender medicamentos sin receta- o a tratamientos no farmacológicos como pueden ser tés o pastillas de venta libre, para concentrarse o para tener más energía, que no tiene un aval científico”, expresó la doctora.

Asimismo, el médico psiquiatra sostuvo que «la automedicación es  una tragedia, hay abusos absolutos con ese tema. Las personas toman medicamentos que no deberían tomar sin prescripción médica».

Actitud médica

Los médicos aceptan que revertir este hábito es una batalla perdida y por tal motivo,  muchos se prestan para asumir un rol de guía, que ayude a los pacientes a discernir qué es útil y qué es puro palabrerío.

“Algunos se pueden llegar a sentir cuestionados,  pero me parece que si uno se toma el tiempo de poder hablar con el paciente y le explica lo que es adecuado y  correcto,  no hay ningún inconveniente. Siempre hay que tratar de mejorar la relación medico paciente y como en toda relación, el diálogo es fundamental”.

En algunos casos, los especialistas coinciden en que favorecer la comunicación alivia ese malestar que puede generar la incertidumbre.

En relación a esto, el Dr. Rathge, también coincidió en que el diálogo es primordial: «La incertidumbre del paciente tiene que ser resuelta en el mayor nivel posible en ese dialogo que se establece con su médico, donde el paciente debe tratar de encontrar que les permita bajar esa confusión respecto a su problema».

«Me parece que todo el acceso  a la información es grandísimo, pero uno tiene que tener la responsabilidad de orientar el paciente, y a veces poder mostrarle que hay otras perspectivas y que lo que interpretó no es lo adecuado .

«A veces algún colega se puede sentir interpelado, pero en general todos tenemos que sentir que el avance es bueno para todos, siempre y cuando no sea excesivo».