Por Mario Magaró y Diego Urdaneta

Cincuenta y seis personas resultaron heridas, una de gravedad, en un accidente ocurrido este viernes cuando un tren chocó con el tope de la vía al llegar a una estación del centro de Barcelona.

En total, los servicios de emergencia asistieron a 56 personas: un herido grave, 19 menos graves (incluido el conductor) y 36 leves, tres de ellos dados de alta en la misma estación, señaló la Protección Civil, que ha ido actualizando el balance a lo largo del día. De los heridos, uno es francés, otro rumano y los restantes españoles.

El accidente ocurrió a las 7.15 hora local, cuando un tren de cercanías de la compañía ferroviaria nacional española Renfe, por razones aún desconocidas, colisionó con el tope de hierro de la vía al llegar a la estación de Francia, su destino final, según indicó a la AFP un portavoz de la empresa.

Inmediatamente después, los servicios de socorro movilizaron varios vehículos y ambulancias a la estación ubicada en pleno centro histórico de Barcelona, la ciudad más turística de España, mientras las calles aledañas quedaban cerradas para facilitar la operación.

La parte delantera del tren quedó totalmente destruida, mientras que varios vagones presentaban daños, por el efecto acordeón producido por la colisión, indicó un periodista de AFP.

Como un terremoto

«En el momento del choque parecía un terremoto. Muchos se han caído al suelo, porque ya había gente de pie en el tren, y he visto a varias personas con cortes en la cabeza y en la cara de los golpes», relató una de las pasajeras, Lidia García, al diario La Vanguardia. «No sabíamos si era una bomba o qué, pero la gente se puso a gritar y se asustó mucho”, agregó.

El tren de cercanías pasó una revisión de mantenimiento el 18 de julio, señaló De la Serna, y su conductor este viernes era un hombre de 31 años, con siete años de experiencia en «la circulación de trenes en Cataluña, con los servicios» de cercanías. El chofer sufrió «una contusión fuerte en el tórax», indicó el ministro.

Caja negra

La Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios, del Ministerio de Fomento, estará a cargo de las pesquisas para determinar las causas del accidente. Mientras que la policía regional anunció que ya está en posesión de la «caja negra» del tren, cuya información será analizada por la comisión de investigación.

Para atender a las víctimas y sus familiares, la empresa Renfe activó tras el suceso un «plan de asistencia», tanto médico como psicológico. Por la hora del accidente, el tren contaba con numerosos pasajeros que viajaban de pie, lo que habría elevado el número de heridos.