El cuestionado proyecto de enmienda constitucional para permitir la reelección presidencial en Paraguay quedó en suspenso este martes ante la expectativa por la mesa de diálogo convocada para el miércoles por el presidente Horacio Cartes, a pedido del papa Francisco.

La Cámara de Diputados había postergado hasta este martes una sesión para abordar el proyecto de enmienda que fue aprobado por un grupo de senadores la semana pasada y que desató el viernes violentas manifestaciones que dejaron un muerto, 30 heridos y un incendio en el Congreso.

Pero el presidente de la Cámara de Diputados, Hugo Velázquez, suspendió la sesión e instó a la oposición a concurrir a la mesa de diálogo, tal como pidió el papa Francisco, según indicó el arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela.

«Yo creo que vamos a concurrir», dijo el presidente del Congreso y titular del Senado, Roberto Acevedo, perteneciente al opositor Partido Liberal, quien fue herido durante los enfrentamientos del viernes.

Acevedo presentó ante la Corte una acción por inconstitucionalidad contra los 25 senadores -de un total de 45- que aprobaron la enmienda y que pretendían que fuera ratificada por la Cámara de Diputados.

Con el recuerdo de la dictadura de 35 años de Alfredo Stroessner (1954-1989) muy presente, la Constitución paraguaya de 1992 prohibió la reelección, tanto en forma consecutiva como alternada.

La lucha por habilitar la reelección presidencial se aceleró de cara a las elecciones en abril de 2018.

Con Cartes en la mesa

El presidente Cartes prometió asistir personalmente a las conversaciones para dirimir las diferencias con sus rivales políticos, en tanto la Iglesia católica ofreció el Seminario Metropolitano, distante a 300 metros de la residencia presidencial, como sede de la reunión.

El titular del opositor Partido Liberal, Efraín Alegre, precandidato presidencial para las elecciones de 2018, condicionó su asistencia al retiro del proyecto de enmienda constitucional.

Alegre recibió el viernes impactos de perdigones en la cara, el cuello y el hombro en medio de la furia desatada entre activistas políticos, estudiantes y representantes de la sociedad civil contra el proyecto de enmienda para habilitar la reelección y a la forma anticonstitucional con que han actuado los senadores afines al gobierno.

Aunque el llamado al diálogo de Cartes detuvo la violencia, la tensión aún reina en las calles de Asunción. Opositores al proyecto se instalaron en carpas frente al Congreso en una llamada «Vigilia de la Resistencia».

Unas 10.000 personas se reunieron el lunes en la noche frente a la sede parlementaria para expresar su rechazo a la reforma constitucional.

Paralelamente, contingentes de estudiantes secundarios y universitarios realizaron manifestaciones callejeras entre el lunes y el martes cerrando avenidas.

De aprobarse la reelección, Cartes podría volver a ser candidato a la primera magistratura al igual que el expresidente de izquierda Fernando Lugo (2008-2012, destituido tras un juicio político), cuyo sector también apoya la reforma constitucional.

Bomba de tiempo

Facundo Ynsfrán, quien fuera presidente de la asamblea constituyente de 1992, dijo que la reforma constitucional en lo que respecta a las elecciones, solamente puede ser modificada por otra asamblea y no por el Congreso, como pretende el oficialismo.

Ese será el punto central de discusión entre el presidente Cartes y los opositores el miércoles.

Cartes recibió el lunes a unos 500 partidarios en la residencia presidencial en una reunión privada que no trascendió al público.

Los asistentes, en declaraciones a periodistas, ratificaron su apoyo a la reelección vía enmienda por el Congreso.

Ante la polarización que genera el asunto, el intendente (alcalde) de Asunción, Mario Ferreiro, advirtió: «Estamos ante una bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento».