La masacre en un boliche de moda en Estambul, cometida por un hombre armado no identificado en medio de los festejos de Año Nuevo y que dejó 39 muertos y 69 heridos, muchos de ellos extranjeros, provocó hoy un repudio mundial y un sinfín de mensajes de solidaridad con el gobierno de Turquía.

Uno de los primeros en expresar sus condolencias y su apoyo a Ankara fue el papa Francisco, quien durante la oración del Angelus y ante unos 50.000 fieles en la plaza de San Pedro, pidió «al Señor que sostenga a los hombres de buena voluntad que se esfuerzan para afrontar la plaga del terrorismo, esta mancha de sangre que envuelve el mundo con una sombra de miedo y desconcierto».

El papa Francisco expresó su dolor tras el atentado en Estambul

Al mismo tiempo, tanto Rusia como Estados Unidos se apuraron a ratificar sus alianzas estratégicas con Turquía -aliado del primero en los esfuerzos en Siria por imponer una tregua y socio del segundo en la OTAN- y ofrecieron su cooperación en la lucha contra los grupos radicales.

«Es nuestra obligación resistir con determinación a la agresión terrorista (…). Es difícil imaginar un crimen más cínico que el asesinato de civiles en el punto álgido de las celebraciones de Año Nuevo», escribió el presidente ruso, Vladimir Putin, en un telegrama a su par turco, Recep Tayyip Erdogan, según informó el Kremlin, citado por la agencia de noticias DPA.

Por su parte, el gobierno estadounidense reafirmó su apoyo «a Turquía, nuestra aliada en la OTAN, en nuestra determinación común de combatir y derrotar todos los tipos de terrorismo», según aseguró el vocero del Consejo Nacional de Seguridad, Ned Price.

El gobierno argentino también repudió el atentado y «reiteró su firme compromiso con la paz y con la lucha contra el terrorismo, en el marco del derecho internacional y del respecto a los derechos humanos», según un comunicado difundido por la Cancillería.

Desde Europa, las autoridades de la Unión Europea (UE) y prácticamente todos los líderes de los países miembros se solidarización con Ankara y repudiaron el atentado contra la casa nocturna Reina.

«El 2017 ha empezado con un atentado en Estambul. Nuestros pensamientos están con las víctimas y sus familiares. Estamos trabajando en la forma de evitar este tipo de tragedias», escribió en su cuenta de Twitter la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini.

En Berlín, en tanto, la canciller alemana, Angela Merkel, una aliada estratégica de Erdogan y la mayor defensora de una alianza entre la UE y Turquía, lamentó el atentado, apenas unos días después de que la capital alemana fuera objeto de un ataque islamista contra un mercado navideño.

«De nuevo, los terroristas golpearon su país. En Estambul cometieron un ataque inhumano e insidioso contra aquellos que querían festejar juntos el cambio de año», aseguró a la prensa el vocero de la jefa de gobierno alemana.

Desde Medio Oriente, Egipto, Bahrein, Kuwait, Líbano, Emiratos Árabes Unidos e Israel -muchos de ellos países cuyos ciudadanos fallecieron o resultaron heridos en el atentado en Estambul- condenaron el atentado y se solidarizaron con el gobierno turco y las familias de las víctimas.

Israel también adelantó que el ataque fue un producto del «islamismo radical», un dato que aún se desconoce.

«La canciller Merkel dijo el fin de semana lo que nosotros llevamos diciendo desde hace muchos años: que la mayor amenaza del futuro es el islamismo radical (…) La lucha contra el terrorismo es una batalla global», sentenció el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al iniciar la reunión de gabinete semanal de su gobierno.

El repudio internacional también se expandió por América latina.

El gobierno argentino condenó el atentado y transmitió sus «condolencias y solidaridad» a Ankara y al pueblo turco, y la cancillería de Brasil, en un comunicado, expresó su «repudio a todo acto de terrorismo», al tiempo que manifestó sus «condolencias y solidaridad a los familiares de las víctimas, al pueblo y al gobierno de Turquía».