José Mariano Beltrame, quien dejará el cargo en noviembre, según dijo el gobernador en licencia médica Fernando Pezao, era uno de los funcionarios más poderosos de Brasil luego de diez años en el cargo, desde el cual implementó las Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en las favelas de Río, que ocuparon las comunidades.

La decisión de Beltrame, que ya estaba siendo anunciada por sus colaboradores, ocurrió luego de haber defendido el accionar policial en las calles de Copacabana para «evitar una guerra de facciones» en las favelas de Cantagalo y Pavao Pavaozinho, episodio en el que murieron tres sospechosos y resultó herido un jefe de la policía.

Según datos oficiales, cuando Beltrame asumió el cargo el Estado de Río tenía un índice de 41,3 homicidios por cada 100.000 habitantes, proporción que bajó ahora a 25,4.

La operación de las UPP fue lanzada durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y formó parte, a nivel regional, de la preparación en seguridad para el Mundial 2014 y los Juegos Olímpicos 2016.

La política de UPP en las favelas tuvo una gran popularidad en todo el país pero en los últimos años hubo denuncias de violencia policial, como el secuestro y homicidio del albañil Amarildo de Souza, y medidas como ‘toques de queda’ que impedían la realización de fiestas y reuniones después de las 21 en las principales comunidades pobres de Río.