El Partido Popular (PP, centroderecha), primera fuerza política, y Ciudadanos (liberales) llegaron hoy a un acuerdo para otorgar la presidencia del Congreso al PP un día antes de la apertura del Parlamento y puede ser preludio de un pacto de ambos partidos para formar gobierno en España.

El acuerdo, producido un día antes de la apertura del Parlamento, puede ser el preludio de un pacto entre ambos partidos para formar gobierno y asegura la presidencia del Congreso a Ana Pastor, hasta ahora ministra de fomento en el Gobierno de Mariano Rajoy.

Ciudadanos, la cuarta fuerza electoral en las últimas elecciones y a la que, por el número de escaños, no le correspondería representación, se asegura por su parte dos puestos -cedidos por el PP- de los nueve que compone la presidencia de la Cámara.

Si se concreta el pacto PP-Ciudadanos, Rajoy podría volver a encabezar el Ejecutivo, algo que los votos obtenidos por su propio partido tornan imposible.

En las elecciones generales del pasado 26 de junio el PP no obtuvo 137 diputados, seguido de los socialistas del PSOE (85), la coalición de izquierda Unidos Podemos (72) y Ciudadanos (32).

Con esta distribución de escaños son imprescindibles los pactos, ya que ningún partido tiene ni siquiera los 176 escaños que permiten gobernar, aunque sea muy estrechamente, en un Congreso de 350 diputados.

Rajoy manifestó hoy ante la dirección de su partido que «no hay excusa posible para que no haya un acuerdo» que permita la formación de un gobierno y se mostró dispuesto a gobernar en minoría si no hay otra opción.

Con el acuerdo de hoy, el PP tiene posibilidades de obtener la presidencia del Congreso, ya que al acuerdo con ciudadanos podrían sumarse otras fuerzas menores, mientras que los otros dos grupos principales: PSOE y Unidos Podemos, han anunciado la presentación de sendas candidaturas.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, aseguró hoy tras hablar con el líder del PSOE, Pedro Sánchez, que hay «voluntad de acuerdo» para que el PP no presida el Congreso y que sea un progresista el presidente de la Cámara baja.

Para que sucediera esta hipótesis, ambos grupos tendrían que votar a un único candidato y además les haría falta el apoyo de los nacionalistas catalanes para superar en votos a PP y Ciudadanos.

En un principio, el líder del PP había propuesto una gran coalición con los socialistas, que éstos rechazaron, o un acuerdo parlamentario con PSOE y Ciudadanos, que tampoco se ha producido de momento.

Hasta ahora, Ciudadanos ha anunciado un «no» a Rajoy en la primera votación y sólo se ha comprometido a abstenerse en la segunda.

Sin embargo, tras anunciarse el acuerdo PP-Ciudadanos, numerosos dirigentes populares expresaron su confianza en que sea un primer paso que allane el camino a la investidura de Rajoy como presidente del Gobierno.

Rajoy ya había verificado que no contaba con los apoyos suficientes para ejercer el Ejecutivo cuando el PSOE se abroqueló en negarle sustento, pero no bajó los brazos, aduciendo que unas terceras elecciones serían «un disparate».

y aseguró que se presentará a la sesión de investidura salvo que tenga la certeza de que su reelección es imposible, lo que lo obligaría a abrir un «período de reflexión» tanto a él como al resto de partidos para ver «qué salida le vamos a dar a esto».

«Si Ciudadanos se abstiene y el Partido Socialista vota en contra yo no puedo gobernar», reconoció.