El rosarino Juan Imhoff jugó dos Mundiales con Los Pumas en el rugby tradicional, en 2011 y 2015, y ha estado en el Rugby Championship, pero ahora siente que disputar con el equipo Seven de su país los Juegos Olímpicos es «lo más grande» de su carrera.

A sus 28 años, Imhoff juega en el Racing 92 francés, con el que ha sido campeón del país europeo y subcampeón continental esta temporada, pero no formó parte de los Jaguares argentinos en el Súper Rugby, ya que por el momento las puertas cerradas de los Pumas en el XV, por decisión de la UAR.

Pese a ello, ahora siente que la oportunidad de Brasil es «irrepetible» y quiere disfrutar al máximo de ella, dando gracias al destino, y a la inclusión del rugby Seven en el programa olímpico, por poder vivir un momento así.

Esto le contó Imhoff a la agencia internacional AFP:

— ¿Qué supone para su carrera estar en unos Juegos Olímpicos?

— Estar aquí es lo más grande de mi carrera. He logrado cosas lindas que me han llenado de orgullo, pero poder estar en esto, que para mí es la cita más grande que tiene el deporte, es algo único e irrepetible. Lo pensaba antes de venir y ahora que estoy aquí en la Villa y lo estoy viviendo me doy cuenta de que es lo más grande que he vivido.

— Decía el miércoles el rugbier neozelandés Sonny Bill Williams, dos veces campeón mundial, que unos Juegos Olímpicos están en otra dimensión, por encima de un Mundial…

— Yo no gané la Copa del Mundo, pero esto está por encima de todo. Para cualquier deportista es algo que no tiene dimensión, es lo mejor que te puede pasar en la carrera. Todos vemos los Juegos Olímpicos, siendo o no de un deporte como el rugby, que entró ahora. Yo veía los Juegos Olímpicos, siempre soñé, siempre los veo. Hincho para Argentina, soy un fanático y poder estar acá y vivir esto es increíble.

— ¿Cómo fue el momento de entrar en la Villa Olímpica?

— Es que no lo puedo describir. Cuando hablé con mis amigos les dije: «Esto es increíble». No tengo otra palabra. Les dije que sólo puedo decirles dos palabras: «Villa y Olímpica». No hay descripción.

— Cuando supo que el rugby iba a ser olímpico, ¿pensó en que podía estar usted en unos Juegos?

— No. Pensé que qué suerte iban a tener algunos. Hoy me toca estar acá, qué suerte que tengo, lo único que pienso. Un agradecido.

— Como juega en Francia las reglas le impiden llevar la camiseta de los Pumas en el XV. ¿Una gran emoción volver a competir con Argentina?

— Es algo enorme. Hace un año (cuando se aprobó la regla) alguien me dijo que no llevaría nunca más los colores del equipo nacional. No estoy muerto, estoy aquí. Siento el mismo orgullo con la bandera, estoy preparado para darlo todo.

— El torneo está ya cerca. ¿Cuál es el objetivo para Argentina?

— El objetivo es algo muy profundo. Nosotros no hablamos de medallas, no hablamos de victorias. Hablamos de tratar de inspirar a un mundo y a una sociedad, que hoy necesita los valores de este deporte y del juego, que son el respeto, la paz, la humildad y el sacrificio.

— Están en un grupo en el que Fiyi es favorita y donde también jugarán ante Estados Unidos y Brasil. ¿Cómo afrontan esa primera fase? ¿Cuál es el partido clave?

— El partido clave van a ser todos. Fiyi es el mejor del mundo. Estados Unidos es un rival muy complicado y Brasil está jugando de local, que va a tener un plus, algo importante. En principio (Brasil) es el más débil, pero jugar de local le da un empujón anímico que si entrás dormido te puede complicar. En el Seven cualquiera le puede ganar a cualquiera, pero vamos a tratar de hacer los deberes.

 

* Por Diego Reinares.