El ex gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral (2007-2014) fue condenado a 14 años y dos meses de prisión por corrupción y lavado de dinero en el marco de la operación Lava Jato, y además tiene abiertos otros nueve juicios por los mismos delitos.

El juez Sergio Moro, responsable en primera instancia por la investigación del escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, determinó que Cabral, preso desde finales del año pasado, deberá cumplir la pena en régimen cerrado.

Se trata de la primera condena contra Cabral, acusado de recibir sobornos a raíz de la firma de contratos entre Petrobras, cuya sede está en la capital fluminense, y el consorcio Terraplanagem Comperj, formado por las constructoras Andrade Gutierrez, Queiroz Galvão y Odebrecht, todas implicadas en las corruptelas en la empresa estatal.

La mujer del ex gobernador, Adriana Ancelmo, quien cumple prisión domiciliar, fue absuelta en este caso debido a la falta de pruebas, según alegó el juez Moro en su sentencia, publicada este martes.

Cabral, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), logró una enorme popularidad durante su gobierno debido al protagonismo que adquirió el estado por la celebración del Mundial de fútbol, los Panamericanos y la adjudicación de los Juegos Olímpicos.

Tras años de bonanza, el estado de Río de Janeiro, rodeado de escándalos de corrupción, se sumergió en una aguda crisis económica que le llevó a decretar el estado de calamidad financiera poco antes de la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016.

En su sentencia, el juez Moro se refirió a la crisis de Río para justificar la prisión de Cabral. «Esa necesidad se hace todavía más presente delante de la notoria situación de ruina de las cuentas públicas de Río de Janeiro», afirmó el magistrado.