El profesor de Filosofía que interpreta en la serie Merlí es, en un punto, menos crítico y sorprendente que Francesc Orella (Barcelona, 1957). A pesar de su prolífica trayectoria en teatro, cine y televisión, el actor adquirió popularidad internacional por el personaje de Merlí Bergeron, el profesor que revoluciona el instituto Àngel Guimerà. Diseccionado del personaje, además de hablar del oficio de actor, Orella analiza la sociedad y la política –de Mariano Rajoy y Mauricio Macri al rey de España y la independencia de Cataluña–, aunque siempre con Merlí en la retaguardia.

–¿Qué pasará en la tercera y última temporada?

–Verán a los alumnos, a los peripatéticos, en tramas argumentales más dramáticas, oscuras. Los chavales se hacen adultos de repente. Los temas son más maduros. Merlí sufrirá una crisis y se verá más sombrío. El público verá un Merlí distinto.

–»El mundo está en decadencia en valores éticos, dignidad humana y relaciones políticas. Estamos obnubilados por nuestro ego y no somos conscientes de nuestra propia finitud», dijiste en 2004, en una entrevista por la obra El rey se muere. ¿Ya eras Merlí?

–Y sigue en decadencia, en crisis. Es muy Merlí esa frase, pero es lo que pienso. La reflexión aún es válida, sobre todo circunscrita al mundo occidental, donde el capitalismo está a toda máquina. El hombre está más solo, un poco perdido y confundido. Suerte que existen las mujeres, que son las triunfadoras del siglo XXI.

–¿Cuál es el corazón de Merlí?

–Hay una expresión en inglés que es upside down; es darles la vuelta a las cosas. Es remover conciencias, las percepciones, el espíritu crítico. Que la filosofía sea una práctica del pensamiento más actual con lo que la rodea. Pero esta es una parte, porque también habla del mundo de la enseñanza, de las relaciones familiares, de la identidad sexual. Se habla de tantos temas que la podemos resumir en que ha sido un revolcón, un revulsivo.

–¿Te asombraste cuando leíste el guión porque el personaje se parecía a vos y el guionista no te conocía?

–El oficio del actor es dar cuerpo y alma al personaje que te toca interpretar. Pero Merlí es un personaje muy cercano y atractivo. Aparte de que fuera un profesor de Filosofía que enseña de una manera poco convencional, que fuera crítico con el sistema educativo, provocador y polémico. Todo eso me gustó mucho, pero también me atraen ciertas características de su personalidad, como la relación con las mujeres, el hecho de ser un individuo muy independiente que incluso no fue un buen padre en el pasado. Había una serie de aspectos del personaje muy cercanos a mí. Me vino como un guante, me lo hice muy propio desde el principio.

–¿Cuál es la importancia de los docentes en las sociedades?

–Tienen mucha responsabilidad: es por donde comienzan a aprender niños y jóvenes, más allá de la familia. En España y en Cataluña, muchas de las cosas que sufrimos a nivel social vienen por un problema de educación, de ignorancia.

–¿Cuál es tu visión de la independencia de Cataluña?

–Uy, bueno… Ese problema ha explotado en los últimos años de manera global, pero viene desde hace mucho tiempo. Tenemos un problema político que arrastramos y que no se ha resuelto bien, como no se resolvió bien la transición política española, la mal llamada transición de la dictadura de Franco a la supuestamente dicha democracia de la monarquía española, que nadie ha votado y la heredamos de la dictadura. Me gustaría mucho que se pusiera en referéndum cuántos españoles quieren esta monarquía parlamentaria impuesta, con un rey actual que es más facho que su padre. El tema de la independencia de Cataluña, en lugar de resolverlo políticamente, la derecha, este gobierno casposo y arcaico de la derecha más rancia del Partido Popular, lo está queriendo resolver a través de los jueces, judicializando la política. Esto está creando más independentistas, gente que no lo era se ha vuelto independentista por dignidad, por reacción ante esa actitud de Rajoy y esa pandilla de delincuentes, mientras están detenidos políticos catalanes por sus ideas. En resumidas cuentas: tenemos una España que está haciendo un retroceso de 40 años.

–El rey y Rajoy son muy cercanos a Macri.

–Lo sé. Las derechas en el mundo se unen. Son la oligarquía. El régimen autoritario español es amigo de la derecha de donde sea. El retroceso es descarado; es indignante lo que estamos viviendo. Ha costado mucho conseguir las pocas libertades que teníamos. La España de ahora no se parece en nada a la de los 80, cuando parecía que iríamos a mejor con un gobierno socialista de Felipe González, que se volvió un personaje patético. Me pone bastante nervioso.

Medios, redes sociales y manipulación

–En el capítulo 8, Merlí habla de la influencia de los medios de comunicación a partir del filósofo Guy Debord.

–Debord hablaba de la sociedad del espectáculo: o estás en los medios o no eres nadie, y los chavales están obsesionados en aparecer en las redes sociales. Lo de las redes y la globalización es muy práctico, pero muy peligroso. La difusión de la información es rápida e instantánea y cualquiera puede inventarse una noticia. Están a la orden del día las informaciones falsas y las verdades-mentiras machaconamente repetidas. Es muy fácil corromper y manipular las mentes. Está eso también de que no eres nadie si no tienes likes. Incluso currículums profesionales piden cuántos seguidores tienes en las redes. Es la perversión de la comunicación.

–¿Es posible generar anticuerpos? 

–Hay que leer más, no consumir tantos medios audiovisuales. Hay que ser activo más que pasivo, implicarse, empatizar, ser observador de ti mismo y de lo que te ocurre alrededor, incluso de la gente anónima. El actor tiene muchos elementos de formación aparte de la técnica de interpretación. La calle está llena de personas, y hay que imaginarse las vidas de los demás, aprender de la vida de los demás, viajando si puedes, y creando opinión y un criterio sobre el mundo. Hay que aprender de la vida experimentándola, leyendo los grandes textos de la literatura, a Tolstoi, Dostoievski, Camus. No quiero ser arcaico, pero la obsesión por la modernización y las altas tecnologías no me parece positiva. Igual, sí: me he hecho mayor.

Merlí

Netflix estrenó el jueves la tercera y última temporada. La serie fue creada por la productora Veranda y emitida originalmente por la cadena catalana TV3.