Por Andrea San Esteban

El detrimento de los indicadores laborales se encuadra en la contracción económica que desde el año pasado afecta a la Región, y se estima una contracción promedio para el presente año en un 8,6%, según el Informe de Coyuntura Laboral que elaboran la Comisión Económica de América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En los 6 primeros meses de 2016 los mercados laborales de América Latina y el Caribe continuaron afectados por la mengua y sufrieron un aumento del desempleo y un deterioro general de sus indicadores.

“Los pronósticos sostenían que el PBI regional bajaría un 0,9 % este año”, según este informe, pero “la situación incidió en una merma de 0,6 puntos porcentuales de la tasa de ocupación urbana, hasta el 55,6 % en el primer semestre, lo  que se convirtió en un alza interanual de caída del empleo de 1,6 puntos”.

Ya transitando la segunda parte del 2016 no se prevé una mejora significativa, aunque la expansión de empleos precarizados, sobre todo el “cuentapropismo” evitaría un colapso en términos cuantitativos, aunque reflejaría un deterioro en la calidad del empleo.

En el documento señalan que “se prevé que el desempleo urbano regional siga subiendo y termine 2016 en un 8,6 %, frente a un 7,0 % en 2014 y a un 7,4 % en 2015.”

En Argentina

El Instituto Nacional de Estadística y Censo de Argentina (Indec) presentó el informe oficial de la desocupación, y en el mismo se muestra que “el desempleo en la Nación alcanza el 9.3 % y compromete al 18.9 por ciento de la población menor de 29 años”. Según este informe, “un millón 963 mil trabajadores ocupados buscan empleo y 780 mil solicitan más horas laborales. Sumado al millón 165 mil de desempleados da un total 3 millones 908 mil trabajadores argentinos con problemas de empleo”.

Efectivamente, cuando el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger, estimó que la inflación bajaría a menos de un 20% no se equivocó, ya que los datos del desempleo y la consecuente merma del consumo, fundamentan ese guarismo.

Caída del consumo

Se sostiene que baja la inflación por la falta de consumo. “El PBI cayó 2,4% hasta agosto. En la microeconomía se registró una contracción del 9% en consumo de carne; 14% en electrodomésticos; 8% en indumentaria; 15% en construcción; 3,5% en productos básicos y 20% en el rubro gastronómico”, afirman desde la consultora “W “del licenciado Guillermo Oliveto, defensor de la política económica del macrismo.

Oliveto es licenciado en Administración de Empresas, Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y especialista en el estudio de las conductas de los individuos, los consumidores y los mercados. Este analista de negocios, oficialista, sostiene que “la moneda se devaluó en 9 meses casi un 50%, decisión que tuvo un inevitable pase a precios”, agudizando el proceso inflacionario con el consecuente aumento de la pobreza. “La contracción de la actitud de compra del salario real terminó por modificar de manera sensible la conducta de los consumidores en el mercado”, agrega Oliveto.

El informe de la Cepal, aporta el dato regional: «Si bien este desempeño negativo de Argentina es influenciado fuertemente por el caso de Brasil y su peso en los promedios ponderados, todos los otros países de América del Sur con información disponible, excepto Perú, también sufren incrementos en su tasa de desempleo».